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sentía estar ausente durante las dos asambleas
anuales de los exalumnos.
En Valsálice recibió dos cartas muy
interesantes de dos Prelados franceses. Aquel año
había publicado la tipografía salesiana de Niza su
Cattolico nel secolo, traducido al francés 1.
Una carta era de monseñor Dabert, obispo de
Périgueux y de Sarlat, que había recibido el
obsequio de un ejemplar y respondía diciendo que
lo había encontrado excelente bajo todos los
aspectos: lo mismo por la solidez de su doctrina y
la seguridad histórica que por la sencillez y
familiaridad de estilo con que reforzaba el valor
de las pruebas y la solidez de la doctrina. La
otra carta procedía de Rennes. Su arzobispo,
monseñor Place, obispo de Marsella cuando llegaron
allí los Salesianos, había escrito una carta de
felicitación. Su Eminencia respondía, llamando
amigo a nuestro Santo, excusándose por haber
tardado en responder y decía: <>. Se
encomendaba, por último, a sus oraciones con
términos de mucho aprecio 2.
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Durante su breve estancia en Valsálice, tuvo lugar
un suceso prodigioso, cuya auténtica relación se
conserva en nuestros archivos. Un acaudalado
agricultor de Rosignano Monferrato, Jorge
Caprioglio, tenía una hija que estaba internada en
el manicomio de Alessandria hacía unos meses. El
día diez de julio se presentó a don Bosco en el
colegio de Valsálice, le expuso el caso y pidióle
su ayuda. Don Bosco le prescribió unas oraciones
para que las recitaran en familia todos los días
hasta la fiesta de Todos Los Santos. El buen
hombre lo hizo así y repetía a todos:
-Don Bosco ha prometido que se obtendrá la
gracia.
A pesar de su gran confianza, impaciente por
saber el éxito de tantas oraciones, el día
veintidós de octubre fue a Alessandria para tener
noticias seguras de su hija; pero volvió muy
apenado porque no pudo conseguir del médico una
palabra de seguridad. Sin embargo, convencido de
que don Bosco decía siempre la verdad, siguió
rezando como antes. Y he aquí que, el día
veintinueve de octubre, recibía una carta en la
que se le comunicaba la completa curación de la
enferma y
1 Le Catholique dans le Monde. Niza, Patronato
de San Pedro, 1886.
2 Véase Ap., Doc. núms. 30 y 31.
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