Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es18.142**) invitó don Bosco también a algunos señores de la aristocracia turinesa, entre ellos al conde Próspero Balbo. Rehusaba éste su asistencia, alegando su dureza de oído, que le impedía tomar parte en la conversación. Insistió don Bosco diciendo: -Le necesito para que haga compañía a los príncipes Czartoryski. ((**It18.156**)) Al oír este nombre, despertóse en el viejo Conde el recuerdo del antiguo compañero de armas. El año 1848, en el asedio de Peschiera (Verona -Italia), combatía junto a los piamonteses una legión de voluntarios polacos a cuyo mando iba el príncipe Ladislao Czartoryski, padre de Augusto. Allí se habían encontrado los dos con el grado de tenientes de artillería. El deseo de volver a encontrarse con un tan distinguido camarada, hizo olvidar al Conde su sordera. Y el encuentro no pudo ser más cordial y expansivo. Los recuerdos y la evocación de hechos gloriosos animaron durante mucho rato la conversación general de la mesa. Don Bosco estuvo escuchando hasta que, llegado el momento oportuno, tomó pie para hablar él también de las luchas sostenidas contra los adversarios de sus obras, esto es, contra el enemigo de las almas y con los acredores. Augusto, que le escuchaba con interés, preguntóle si pensaba enviar Salesianos a Polonia. -Hay que hacer algo, observó el Príncipe Ladislao, para impedir la corrupción de la juventud. Con la moralidad se va también el espíritu nacional. -Cierto, repuso el hijo; don Bosco quedará muy contento de Polonia y encontrará allí muchas vocaciones. -Iremos, iremos también hasta vosotros, afirmó don Bosco con acento de seguridad, después de haberse quedado un momento pensativo. ->>Pero cuándo?, le preguntaron. -Cuando tengamos personal preparado, respondió. La dificultad de la lengua no será pequeña; pero también esto se arreglará. Después de un momento de silencio, dijo don Juan Bautista Francesia al Príncipe Augusto con su típica sencillez y fino gracejo: -Mire, señor Príncipe, hágase usted salesiano y don Bosco abrirá en seguida una casa en Polonia. Hubo sonrisas, intercambiáronse todavía algunas palabras sobre el tema y se pasó a otra cosa. Pero tres comensales continuaron pensando en ello: don Bosco, el Príncipe Ladislao y su hijo. El padre había conocido a don Bosco en París, en el palacio ((**It18.157**)) Lambert, como ya hemos dicho; pero no había visto nunca una casa salesiana y tenía la idea de que la Congregación Salesiana era una institución muy modesta. (**Es18.142**))
<Anterior: 18. 141><Siguiente: 18. 143>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com