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Despues de recordar varios compromisos
aceptados en España, prosiguió:
-Sobre el monte Tibidabo se podría instalar el
noviciado de los jóvenes españoles destinados a
las misiones. Los Obispos lo aprueban y están
entusiasmados con el proyecto. Y mientras las
cosas se van sucediendo, nos ha sido dado el
monte.
Sus sucesores recogieron religiosamente el voto
del Fundador. Entre tanto, antes de que acabase el
mes de mayo, en la cumbre del Tibidabo, bajo la
dirección de los Salesianos y con la ayuda de
personas devotas, se levantaba una capilla gótica,
con la cual empezaba el Corazón de Jesús a tomar
posesión del lugar 1.
Desde Barcelona, don Luis lo acompañó a Sarriá
en su coche. Y, como siempre, mucha gente al
partir, mucha gente por el camino, mucha gente a
la llegada, escenas conmovedoras por doquier,
gritos y aplausos ((**It18.115**)) por
todas partes. La calma imperturbable del Siervo de
Dios animaba el entusiasmo de la multitud, que
sometía a dura prueba la buena voluntad y los
bríos de los que le acompañaban.
Después de la cena, llegaron al colegio los
diversos matrimonios de la familia Pascual. Eran
cuatro y parecía que iban a porfía para manifestar
su entusiasmo por don Bosco. Les había llevado
allí el pensamiento de su inminente partida.
<>,
escribe Viglietti en su diario.
JUEVES, 6 DE MAYO
Era el último día. Don Bosco celebró la misa en
el nuevo altar erigido en la capilla del colegio.
Después de la misa, volvió a su habitación y salió
al balcón para bendecir a la multitud que lo
requería a voces. Hizo señal de querer hablar, y
se produjo un movimiento general de empujones y
apretujones para llegar a oír lo que diría. Y
dijo:
-Espero volver a veros a todos en el Paraíso...
donde tendréis audiencia, no de un pobre
sacerdote, sino de la Santísima Virgen en
persona..., de su divino Hijo Jesús..., y no por
pocos minutos, sino por toda la eternidad.
La última audiencia fue para las familias
Pascual, que, no obstante la despedida de la tarde
anterior, no pudieron resistir el deseo de gozar
todavía una vez más de su amable conversación.
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