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estos salesianos. Me daría un gran gusto si lo
contentara. Los necesita mucho este buen Obispo 1.
-Puesto que le gusta a Su Santidad, veremos si
se le puede contentar. Es verdad que el número de
nuestros salesianos es muy reducido para las
muchas casas que debemos proveer de personal, pero
intentaremos contentar a Su Santidad.
-Antes de enviarlos espere a que yo escriba al
Obispo. Mientras tanto, Benedictio Dei
omnipotentis, etc.
Se arrodilló don Bosco, mientras el Papa quería
impedírselo. Por fin, dijo a don Juan Bautista
Lemoyne:
-Secretario, ayúdele a levantarse, sosténgalo.
Cuando salieron de la presencia del Sumo
Pontífice, eran las tres y media. Don Bosco, pese
a su acostumbrada tranquilidad, parecía muy
contento. Cuando estuvieron en el coche, le
preguntó Lemoyne:
->>Está usted contento, don Bosco?
-íSí! íQué bueno es el Padre Santo! Lo
necesitaba yo muy de veras; ya no podía más.
Cuando llegó a casa, su alegría llegó al colmo
con la noticia de que el Alcalde de Roma había
finalmente pedido al Gobernador en nombre del
Ayuntamiento el permiso para hacer la rifa. Ya no
podía dudarse de la concesión. En efecto, ((**It17.107**)) el
veintisiete de mayo, la Administración Provincial
emitió el decreto, por el cual se autorizaba el
despacho de doscientos mil boletos a una lira cada
uno.
Aquel mismo día envió Lemoyne, de parte de don
Bosco, una tarjeta a don Miguel Rúa con la orden
de comunicar su contenido a todas las casas, para
que se enteraran de la audiencia, de todo lo
obtenido en Roma y del próximo regreso 2.
Próximo a partir de Roma, don Bosco hizo
escribir al Oratorio, en forma de carta, la
narración de un sueño de la máxima importancia. Lo
había tenido una de aquellas noches, en las que se
encontraba mal. Lo contó por partes a Lemoyne,
indicándole que lo desarrollase, y después se lo
hizo leer y dictó algunas correcciones. El seis de
mayo había mandado escribir a don Miguel Rúa:
<>.
La carta fue expedida el diez de mayo, pero don
Miguel Rúa, no juzgando conveniente leerla en
público por entero, rogó que se le
1 Este obispo pedía algunos salesianos, que
estuviesen a su disposición para enviarlos a
predicar y confesar donde lo pidiese la necesidad.
2 Apéndice, Doc. núm. 11.(**Es17.99**))
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