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((**Es17.98**) ((**It17.105**)) -Santidad, todavía una bendición especial para todos los Cooperadores, para sus familias y amigos. El Papa se la concedió benignamente. -Y ahora, si me lo permite, añadió don Bosco, llamaré a mi secretario y a don José Daghero, director del seminario de Magliano Sabino para que tengan el alto honor de besar el pie a Su Santidad. Y así diciendo, se levantaba para ir a la puerta. -No, no se moleste, dijo el Papa; yo los haré entrar. Sonó la campanilla, entró monseñor Macchi y le ordenó que los introdujera. ->>Quién de ustedes es el Director de Magliano?, preguntó. -Un servidor, Santidad, contestó don José Daghero. -He oído decir que hay alguna disensión entre el colegio y ciertas personas. -Pero esperamos que todo se arregle, dijo don José Daghero. -Sí, sí, se arreglará. -Y éste, dijo don Bosco, es don Juan Bautista Lemoyne, mi secretario. Ha sido director de varios colegios y últimamente Director de las Hijas de María Auxiliadora, en Nizza Monferrato. -íMuy bien! >>Así que usted es su secretario? A usted confío la persona de su Superior. Debe usted cuidar su salud y procurar que no se canse demasiado. No le permita escribir; tiene los ojos muy cansados y enfermos. Usted debe ser su apoyo y es usted responsable de la vida de su Superior >>comprende? Y lo quiero yo así, lo quiere el Padre Santo, es el Papa quien lo quiere. Prodíguele todos los cuidados, sea su consuelo. íQué honor el suyo! Es un gran honor para ustedes los Salesianos la misión que Dios les confía; es una gran obligación, a la que debe corresponder. Dígaselo a todos sus demás hermanos y que sean el consuelo de este pobre anciano. -Padre Santo, contestó Lemoyne conmovido; se lo diré a mis hermanos, los cuales quedarán así más confirmados en su vocación. ((**It17.106**)) ->>Y sus misiones?, preguntó el Papa volviéndose a don Bosco. -Van bien, Padre Santo. Ya se ha bautizado a quince mil salvajes. -Quince mil salvajes es un buen número y yo les agradezco tantas almas salvadas. Es algo magnífico salvar las almas y el Papa goza con ello. Pero, a propósito de almas, >>por qué no me contentáis al pobre Obispo de Mantua? Ha venido a verme y me ha pedido que interponga mis buenos oficios para que usted le envíe cuatro o cinco sacerdotes salesianos. El está dispuesto a hospedar en su palacio a(**Es17.98**))
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