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contra las que tenía que luchar, aunque no
abatieron su moral, influyeron en su físico y
ocasionaron molestias a su salud. Comentaba
Lemoyne 1. <>.
Un día de abril o mayo volvían tres Salesianos de
Valdocco, de confesar en la Generala 2 y se
encontraron en la avenida de Stupinigi con el
cardenal Alimonda, quien nada más verlos,
preguntó:
->>Y dónde se encuentra nuestro querido don Bosco?
Al enterarse de que estaba en Roma, preguntó cómo
andaba su salud. Le contestaron que, según las
últimas noticias, iba algo mejor.
-íSí, sí; algo mejor!, siguió diciendo Su
Eminencia. No me gusta ese algo mejor; querría que
estuviese muy bien. Es anciano, y >>por qué
dejarle que trabaje tanto? Cuando los hijos ven al
padre avanzado en años y delicado le dicen:
-Padre, descanse, deje que trabajemos nosotros.
-Lo haríamos con mucho gusto, respondieron ellos;
pero don Bosco no quiere obedecer.
-Pues bien, entonces mándenselo en mi nombre. >>Me
obedecera?
-Creemos que lo hará de mala gana. Le obedecería
en todo;
pero, tal vez en esto, se arriesgara a
desobedecer.
-Ya, es verdad; don Juan no quiere descansar en la
tierra, sino en el cielo. Recemos, pues, al Señor
para que nos lo conserve muchos años; pidamos que
le ayude y que, entre todos, podamos hacer mucho
bien 3.
El día primero del mes brilló un rayo de esperanza
para la rifa. ((**It17.80**)) La
condesa de la Somaglia, dama de palacio de la
reina Margarita, prometió rogar ella misma al
alcalde Torlonia que permitiera hacer en su nombre
la rifa y pidiera la autorización al Gobernador de
Roma. La noble dama era la presidenta de la
Comisión de señoras constituida para la
construcción del hospicio.
En otras ocasiones, don Bosco visitaba en Roma a
muchísimas personas; pero en el 1884, ya fuera por
la dificultad de caminar, ya fuera por las
recientes molestias que lo aquejaban, tuvo que
limitar muchísimo sus visitas. El 17 de abril
visitó al cardenal Consolini que, muy benévolo con
la Congregación Salesiana, se alegró mucho al
verlo y manifestó su buena disposición para
ayudarlo; es más, tuvo la
1 Carta, 28 de abril de 1884.
2 La cárcel de menores o reformatorio.
3 Carta de don Domingo Canepa a Lemoyne. Turín, 4
de mayo de 1884.(**Es17.77**))
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