((**Es17.763**)
primera vez que, en esta nuestra ciudad, se ve a
un propagandista protestante predicando en las
plazas! Imagínese el escándalo y el daño que
hacen; los libros, las hojas sueltas, catecismos,
sermones, promesas de empleos, limosnas, donativos
son los medios que suelen emplear los
protestantes. El clero trabaja sin descanso y con
firmeza, pero, preciso es decirlo, la juventud
corre gran peligro.
((**It17.883**)) A
pesar de esto, los oratorios se llenan hasta ahora
en los días festivos y, ordinariamente, pasan de
tres mil muchachos. En esta casa hay setecientos
internos, que son los más desamparados y los que
están en mayor peligro. Tenemos también dos
muchachos que son de Roma.
Nuestra casa, gracias a Dios, marcha bien;
muchos sacerdotes y clérigos, el caballero
Oreglia, el conde Cays, el marqués Fassati se
suman a mí para ofrecerle sus cordiales saludos y
todos se encomiendan a sus fervorosas oraciones.
Mientras me encomiendo, con mis muchachos, a la
caridad de sus fervorosas oraciones, considero
felicísimo el momento en que puedo profesarme suyo
en el Señor.
Turín, 20 de junio de 1863
Afmo. y seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
P.D. Si la Divina Providencia le pusiera en
condiciones de ofrecer un donativo, haría una gran
obra de caridad para bien de las almas.
P. D. Esta carta fue detenida en Correos, fue
abierta y devuelta a quien la escribe. Vuelvo a
enviarla certificada.
Veremos si vuelve a ser interceptada.
Turín, 24 de octubre de 1863
JUAN BOSCO, Pbro.
E
Queridísimo señor Marqués:
Recibida su carta con la nota de las cargas y
derechos señalados para el capellán de Montoro, di
al punto comunicación a dos sacerdotes con los que
había hablado antes. Tanto uno como otro
encontraron la propuesta digna de consideración
por todo concepto; mas, a la hora de decidirse,
observaron que su situación económica quedaría
menoscabada, puesto que, sólo con la escuela
elemental, uno percibe mil doscientas liras y el
otro mil. Su personal queda en libertad para
ocuparse en cualquier cosa a su favor.
Le diré el motivo. La escasez de sacerdotes, en
general, se nota también entre nosotros, pero los
sacerdotes de la clase que usted desea y los
únicos que yo quiero proponer, son muy solicitados
por los Obispos y bien retribuidos por la
importancia de los asuntos que se les pueden
confiar. Si a lo largo del año, llego a encontrar
alguno libre de todo compromiso que nos convenga,
se lo notificaré, para saber si todavía hay
necesidad de él.
((**It17.884**))
Ayúdeme a llevar adelante la iglesia de María
Auxiliadora y yo le pediré que le prepare una
preciosa corona en el Cielo.
Dios le bendiga; ruegue por mí que, agradecido,
tengo el gusto de profesarme su
Turín, 12 de noviembre de 1863
Afmo. servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es17.763**))
<Anterior: 17. 762><Siguiente: 17. 764>