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((**Es17.755**) B Ilma. Señora: He recibido su respetable carta, que me ha producido verdadera satisfacción. Por ella descubro que su corazón está lleno de amargura por la pérdida de su llorado marido, pero que se ha sosegado algún tanto para dar paso a la resignación ((**It17.874**)) a la voluntad de Dios, a la que, quiérase o no, hay que someterse. No tema que disminuya el afecto de su marido en la otra vida; por el contrario, será mucho más perfecto. Tenga fe; lo verá en una condición mucho mejor que cuando estaba con nosotros. Lo más agradable que puede hacer por él es ofrecer a Dios todo afán por el descanso de su alma. Permita que le hable con un poco de libertad. Es verdad de fe que, en el cielo, se goza de una vida infinitamente mejor que la terrestre. >>Por qué, pues, entristecerse, si su marido fue a la posesión de ella? Es de fe que la muerte para los cristianos no es separación, sino dilación de la posibilidad de verse. Paciencia, pues, cuando alguno se nos adelanta; no hace más que ir a prepararnos el lugar. También es de fe que, en todo momento, usted puede con las obras de piedad y caridad hacer un gran bien al alma del difunto; >>no tiene, por tanto, que disfrutar su corazón por haberle Dios concedido sobrevivir? Además, la asistencia de sus hijitos 1, el consuelo al suegro, la práctica de la religión, la difusión de los buenos libros, el dar buen consejo a quien lo necesita, >>no son cosas que deben hacernos bendecir al Señor a cada momento por los años de vida que nos concede? Y hay otros motivos más, que no creo, por ahora, conveniente manifestar. En conclusión, adoremos a Dios en todo, en los consuelos y en las aflicciones, y tengamos la seguridad de que es un buen Padre y no permite pruebas superiores a nuestras fuerzas; que es todopoderoso y puede, por consiguiente, aliviarnos cuando quiere. Mientras tanto, he recomendado siempre a usted y a su familia al Señor en la santa misa y seguiré haciéndolo en particular en las oraciones comunitarias ante el altar de María. Me han comunicado que la señora Mariana del Turco 2 se encuentra mejor. Bendito sea Dios, sigamos pidiendo por ella con nuestras oraciones. Le ruego participe mis saludos a toda su familia y también a la familia Uguccioni 3, si tiene ocasión de verla. ((**It17.875**)) Que Dios bendiga a usted y sus trabajos; ruegue por mí, que me profeso, De V. S. Ilma. Turín, 28 de marzo de 1870 Seguro servidor, JUAN BOSCO, Pbro. 1 Magdalena, nacida en 1866 y casada con el marqués Felipe Patrizi en 1885; Carlos, nacido en 1868 y casado con Luisa Guicciardini en 1891. La marquesa Magdalena Patrizi nos ha facilitado las copias de estas cartas y las del número X. 2 Mariana Gondi, casada en 1862 con Pedro Francisco Rosselli del Turco, hermana del llorado consorte y madre de Antonio, Pío, Esteban, Juan, María Teresa y Felipe. 3 La familia Uguccioni se componía entonces de la señora Jerónima Uguccioni Gherardi (**Es17.755**))
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