((**Es17.74**)
Es verdad que en Francia había recogido doscientos
cincuenta mil francos; pero también lo es que
debía hacer frente a gastos enormes: la iglesia
del Sagrado Corazón absorbía gran parte de la
beneficencia, obligaba a dejar sin liquidar otras
deudas e impedía contraer otras.
Por consiguiente, aquella cantidad no sólo no se
detuvo, sino que ni siquiera paró íntegra en sus
manos, puesto que, apenas tenía algunos miles, los
enviaba adonde era mayor la urgencia. Por eso, el
permiso de la rifa sería providencial.
En torno al asunto, se había tenido en Roma una
conferencia de damas nobles en casa de la condesa
de la Somaglia, con el fin de estudiar cuáles eran
los caminos para obtener la aprobación
gubernativa. A fines de febrero, llegaban ya casi
al millar y medio los objetos recogidos, muchos de
los cuales tenían gran valor. Había buenos
señores, jefes de negociado en los Ministerios,
que prestaban sus servicios en los preparativos.
Mientras tanto las obras de la iglesia progresaban
y lógicamente aumentaban también las deudas.
Presbiterio, coro y ábside estaban ya en
condiciones de poderse abrir al culto; en efecto,
fueron bendecidos por el nuevo Cardenal Vicario
Parocchi ((**It17.76**)) el
veintitrés de marzo, cuarto domingo de cuaresma.
Una crónica del corresponsal en Roma comunicaba a
la Unit… Cattolica, del veintiséis, que habían
acudido numerosos fieles a la sagrada función y
añadía: <>.
Su Eminencia manifestó en su discurso la alegría
de ver que, con la construcción de casas donde
antes no había más que campos, había ido adelante
la edificación de una hermosa iglesia para
facilitar la oración a los nuevos habitantes y
pronunció palabras de elogio para don Bosco, a
quien proclamó hombre de Dios; y para los
Salesianos, sus imitadores y seguidores,
exhortando a todos a concurrir como pudieran para
lograr acabar el sagrado edificio 1.
Así estaban las cosas el catorce de abril, cuando
don Bosco llegó a Roma. Los muchachos del oratorio
le tributaron en casa un entusiasta y alegre
recibimiento. El les dio las gracias y les
prometió una
1 Voce della Verit…, núm. 70 del 1884(**Es17.74**))
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