((**Es17.73**)
Volvió sobre el mismo tema en la sesión capitular
del veintiocho y dijo:
-íPienso escribir a nuestro Procurador general en
estos términos:
inventa cualquier otro plan para sacar dinero,
porque nosotros no podemos ya proporcionarlo. Si
lo quieres, promueve la rifa. Supera las
dificultades; sírvete del apoyo del diputado
Sanguineti; arréglate, pero comienza. La
Providencia nos ha trazado el camino y ha puesto
en nuestras manos el resorte de una rifa; >>por
qué hemos de buscar nosotros otros caminos que no
son los de la Providencia?
No había tiempo para perder, puesto que, de allí a
poco, iba a empezarse una lotería colosal por
valor de algunos millones para la Exposición en
Turín y, por tanto, muy difícilmente permitiría el
Gobierno una rifa salesiana.
Por ello, ordenó don Bosco a don Juan Bonetti:
-Escribe una carta a don Francisco Dalmazzo con
las ideas que acabo de exponer; dile que yo no
puedo tenerme en pie por mis achaques y que, sin
embargo, debo ir a Francia para obtener socorros
en favor de nuestras obras.
Y con tal de que hubiera una persona segura y apta
para clasificar, ordenar y numerar los regalos,
mandar imprimir el catálogo con el nombre de los
donantes, presentarlo a las autoridades en el más
breve plazo posible y formar los paquetes de los
billetes, él tomaba sobre sí el despacho de éstos,
aunque fueran trescientos mil, que esperaba
colocar en pocos días.
((**It17.75**)) El
pensamiento de la rifa se lo llevó consigo a
Francia; escribía desde Marsella el diecinueve de
marzo a don Francisco Dalmazzo:
Queridísimo Dalmazzo:
Si no puedes, procura que alguien me escriba, pero
de manera positiva. >>Podré llevar conmigo el
próximo abril o siquiera en la primera quincena de
mayo al conde Colle para colocar la piedra angular
de nuestro hospicio? El aportaría una limosna de
cincuenta mil francos.
>>Hay dificultades para la rifa o para buscar otro
camino de beneficencia? Son dos cosas de la máxima
importancia para nosotros en este momento.
Don Antonio Sala me escribió una carta y no me
dijo nada. Esto no basta para que vengan dineros.
Dios nos bendiga a todos y créeme en J. C.
Marsella, 19 de marzo de 1884 Afmo. amigo, JUAN
BOSCO, Pbro.(**Es17.73**))
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