((**Es17.710**)
Cumplo ahora el honroso encargo, que Su A. R.
me confió, de expresar a V. S. su gratitud por los
sentimientos de devoción que le ha manifestado y
su aplauso por la actividad verdaderamente
maravillosa de V. S. para hermanar de mil formas
la religión y la caridad cristiana con la
civilización y el progreso.
Ruégole acepte mi saludo de admiración y mis
devotos sentimientos.
Turín, 1 de febrero de 1885
por el Intendente,
SALATI
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Carta de don Juan Bonetti a don
Bosco
Muy querido y Rvmo. Padre en J. C.:
Han comenzado los ejercicios y, al parecer,
marchan bien y prometen dar su fruto. Asisten
noventa y seis entre señoras, maestras y otras
venidas ad experimentum y a estudiar su vocación.
Ahora aquí me tiene para pedirle un favor y se
lo pido hoy, fiesta de la Virgen de las Nieves,
seguro de que, si puede, lo hará como obsequio a
María y para provecho de sus hijas. Las
ejercitantes, lo mismo que las hermanas, quisieran
ver a don Bosco en estos días. Muchas de ellas han
venido con la esperanza de tener esta suerte y al
volver a sus casas, además de su recuerdo, muchas
se llevarían el deseo de volver también el próximo
año, con un gran bien para sí mismas y para el
Instituto. Le advierto que algunas, que vinieron
el año pasado, y no le vieron como esperaban, no
han vuelto, por miedo a que les sucediera lo mismo
esta vez. ((**It17.822**)) En
efecto, el año pasado eran, según me dicen, ciento
veinte; y, este año, sólo un centenar y aún es
mucho.
Así, pues, si acaso su salud le permitiese
hacer este viaje, le ruego, en nombre de todas,
que venga. Si sale de Turín a las ocho y cuarenta
de la mañana llegará aquí al mediodía. Y, si
prefiere salir por la tarde, a las siete, llegará
cuando ya refresca, a las diez, y nosotros le
aguardaremos con el coche en la estación, lo mismo
a una hora que a otra.
>>Y cuándo podría venir? Sería preciso buscar
la forma de matar dos pájaros de un tiro. Dado que
usted tendría que encontrarse en Turín el día
quince, podría venir aquí el día doce, último día
de los ejercicios de las señoras, o también el día
trece por la mañana, día de la clausura. En ese
día por la tarde y el catorce por la mañana ya se
encuentran aquí muchas hermanas de otras casas,
invitadas para sus Ejercicios, y llamadas
precisamente con la esperanza de que usted se
encuentre en ellos para que, al menos, tengan la
fortuna de verle y conocerle, puesto que algunas
no lo vieron nunca y se sienten en cierto modo
apesadumbradas.
Después a las seis de la tarde, cuando ya
refresca, podrá usted volver a Turín y estar allí
para su día onomástico.
>>Qué responde don Bosco a esta propuesta?
>>Podría ser? >>Puede aceptarla? Estas buenas
hijas y hermanas han rezado mucho por su salud y
esperan con fundamento ser oídas.
No digo más y sólo le ruego tenga a bien
encargar a alguno de sus secretarios que
(**Es17.710**))
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