((**Es17.693**)capilla
una reunión de Cooperadores. El señor Obispo,
nuestro insigne bienhechor, ha tenido la bondad de
prometernos su asistencia y os dirigirá la
palabra.
Me interesa recordar a nuestros queridos
Cooperadores que el Padre Santo concede
indulgencia plenaria a todos los que asistan a
dicha conferencia.
Por mi parte le aseguro señor... que nuestros
muchachos tendrán un recuerdo especial a los pies
de María Santísima Auxiliadora por usted y por su
familia.
Dígnese, señor, aceptar la seguridad de mi
respetuoso saludo y de mi viva gratitud en Nuestro
Señor.
Marsella, a 14 de abril de 1885
JUAN BOSCO, Pbro.
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Carta para los muchachos del Oratorio,
escrita por
don Juan Bautista Lemoyne por orden y
en nombre
de don Bosco
Mis queridos hijitos:
He ido a Francia, pero no podéis adivinar por
qué. Vosotros consumís panecillos y, si yo no
fuera en busca de cumquibus, el panadero gritaría
que no hay harina y no tiene nada para meter en el
horno. Rossi, el cocinero, se llevaría las manos a
la cabeza y gritaría que no sabe qué echar en la
perola. Como el cocinero y el panadero tienen
razón, y vosotros todavía más que ellos, por eso
he tenido que ir en busca de fortuna para que no
falte nada de lo necesario a mis queridos hijos.
Es verdad que me cuesta mucho trabajo ((**It17.802**)) ir de
acá para allá, recibir audiencias de la mañana a
la noche y hacer visitas a los bienhechores; hubo
días en los que me encontraba muy mal por el
cansancio y los achaques; pero, pensando en
vosotros, me resultaba llevadera mi fatiga. Yo
pienso siempre en el Oratorio y, especialmente,
por la noche cuando puedo disfrutar de algún
reposo, paso revista, uno a uno, a Superiores y
muchachos; hablo de éstos con quien está a mi lado
y rezo por ellos continuamente. Y vosotros:
>>pensáis también en mí, rezáis por mí? Sí,
ciertamente; lo sé porque me lo ha escrito vuestro
Director, cuyas cartas, con noticias de la casa,
me han alegrado mucho.
Ahora tengo que haceros una recomendación.
Pronto comenzará el mes de mayo, y quisiera que lo
dedicaseis de una manera especial a María
Santísima Auxiliadora. íSi supierais cuántas
gracias ha concedido Ella en estos días a sus
buenos hijos del Oratorio! Realmente, la Virgen
merece que le deis una prueba de vuestra gratitud.
íSi tuviese tiempo, cuántas cosas preciosas podría
contaros!
Por consiguiente, os propongo que hagáis una
florecilla en honor de María durante todo el mes y
deseo que la practiquéis fielmente.
La florecilla es ésta: Esfuércese cada uno, en
honor de María, por alejar de su alma el pecado
mortal, mediante la fuga de las ocasiones y la
frecuencia de los sacramentos.
El año pasado tuvimos el cólera en Italia, pero
habrá algo peor en el porvenir. Por tanto,
necesitamos que la Virgen extienda su manto sobre
nosotros. Estemos preparados.
Espero estar pronto de vuelta con vosotros y
recomiendo al Director que, aquel
(**Es17.693**))
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