((**Es17.685**)
Ahora bien, si monseñor Macchi o Boccali
guardan los documentos del caso, como usted me
indica, podría preguntar a los dos dichos Prelados
por qué no siguen las negociaciones y se los
guardan.
El dicasterio propio y encargado de las
condecoraciones y títulos nobiliarios es la
Secretaría de los Breves, de la cual recibe el
Padre Santo las súplicas ex officio. Y nada impide
que dicha Secretaría de los Breves implore del
Padre Santo la exención del pago de impuestos. Le
agradezco las oraciones que se digna hacer por mí,
y me encomiendo mucho a usted, porque necesito
inmensamente las oraciones de los buenos.
Con toda admiración me profeso,
Atto. y s.
s.,
>> MARIO,
Arzobispo de HELIOPOLIS
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Carta de don Francisco Dalmazzo a don
Bosco
Veneradísimo Padre:
Ya se ha alcanzado la victoria sobre Ferrero,
porque el cardenal Ferrieri que había propuesto
una transacción, tuvo que guardar cama por un
fuerte ataque de gota 1.
Sin embargo envío, una súplica del mismo
(Ferrero), que vino a Roma expresamente para
intrigar con objeto de que la causa fuese
suspendida; pero los Cardenales no fueron del
parecer de darle curso y fallaron. Todos, sin
excepción alguna, votaron a nuestro favor. Pero no
hubo el amplius, por lo que podría apelar. A
propósito de Ferrieri; está muy enfadado ((**It17.793**)) con
don Bosco, porque ha hecho un Obispo sin su
consentimiento y sin comunicárselo. A su tiempo se
lo diré todo.
El barón Héraud ya recibió la encomienda de San
Gregorio. Se hizo de manera que el Papa procediera
como por iniciativa propia y así, sin trámite
alguno, entregó el Breve por su propia mano sin
gasto alguno. También ha sido concedido el Condado
al De Montigny, pero quisieron escribir al Nuncio
y sólo cuando recibieron las comendaticias de allí
se rindieron a la concesión. El Padre Santo dijo
que se pagaran por ello ocho mil liras.
He renovado petición pro gratia o, por lo
menos, para la reducción y, el lunes, tendré
contestación.
También he presentado los papeles para monseñor
Guigou que no hay duda se obtendrá.
1 Este Ferrero, que después se descubrió era
masón, estuvo tres años en el Oratorio. Fue
despedido y entabló pleito contra don Bosco ante
la Congregación de Obispos y Regulares,
pretendiendo reparación de daños por no haber
concurrido los Salesianos a la subasta de su casa
en Saluzzo, como lo habían prometido, y por el
servicio prestado por él. Habiendo subido la
subasta a más de treinta mil liras, valor de la
casa, los Salesianos, que se habían presentado la
primera vez, no se presentaron la segunda. En
cuanto a la retribución, no se le debía nada,
pues, al entrar en la casa, había firmado la
consabida declaración de servir gratuitamente.
Además, se pudo demostrar que había causado daño y
no ventaja por haberse hecho grandes gastos
inútiles para complacerle en pretendidas búsquedas
farmacéuticas, que no dieron resultado. Con
anterioridad al tribunal eclesiástico, había
desestimado su demanda el tribunal civil.
(**Es17.685**))
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