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Carta de don Lorenzo Apicella a don
Bosco
Rvdo. Padre en Jesús:
Ante todo, deseo de corazón a vuestra
Reverencia, a los RR. Superiores, a los
colaboradores y a todos los amparados en sus casas
las más exquisitas gracias de N. S. J. C. ad
multos annos y pido a Dios misericordioso se digne
hacer que no se pierda ninguno de los muchachos
internados que aprendió o aprenderá las saludables
doctrinas en todas sus casas, presentes y futuras.
Yo, indignísimo pecador, pido a Dios bendito que
las multiplique por todo el mundo, injertando, si
fuera para honra y gloria de Dios, en su fértil
viña, este pequeño racimo de uvas de nuestras
casas para pobres sordomudos. Messis multa,
operarii pauci. Sí, mi buen Padre en Jesús,
nuestra buena Madre María Santísima le hace desde
aquí la súplica. En Nápoles no faltan buenos
muchachos ni medios providenciales. Por mi parte,
seré feliz y estaré contento ocupando el último
lugar.
Las casas de caridad son cuatro; una en
Nápoles, otra en Casoria y dos en Molfetta, con
unos ciento cuarenta sordomudos de ambos sexos;
seis sacerdotes y, veinticinco hermanos
cooperadores, que visten hábito talar. Las casas
son de nuestra propiedad, con la debida obediencia
a los Ordinarios.
Para ulteriores aclaraciones, podrá escribirme
o iré yo personalmente a ésa. Ecce me, dispuesto a
la Santa obediencia. Beso la mano a V. Reverencia
y a todos sus superiores y, arrodillado a sus
pies, pido la bendición para la obra y para su,
Nápoles, 26, 12, 1884
Atento y seguro
servidor e hijo en J. C.,
LORENZO APICELLA, Pbro.
Dios esté siempre con nosotros
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El hospicio del Sagrado Corazón
(ACTAS DEL CAPITULO SUPERIOR, 12 DE
SEPTIEMBRE DE 1884)
Preside don Bosco. Están presentes don Miguel
Rúa, don Juan Cagliero, don Celestino Durando, don
José Lazzero, don Antonio Sala, don Juan Bautista
Francesia, don Julio Barberis. Después de las
oraciones de costumbre, se abre la sesión a las
once de la mañana.
1. DON ANTONIO SALA presenta los planos para la
construcción del Hospicio del Sagrado Corazón en
Roma. Son los de Vespignani, Cucco y Vigna.
Declara que urge proceder a algunas
deliberaciones. En primer lugar, expone que los
lados del área que están a lo largo de la calle
Marghera y calle Magenta están todavía cercados
con una valla de tablas por la que se paga al
Ayuntamiento un impuesto anual de quinientas
cincuenta liras y ocasiona enojosas multas, que
nos <> nuestro vecino el diputado Bonghi,
que no puede tolerar el tener ante sus ojos
aquellas tablas.
(**Es17.659**))
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