((**Es17.653**)salieron
en nuestra defensa, arremetieron contra el General
y contra los periódicos del país, irritando más
con eso los ánimos.
Las familias de Viedma y Patagones y toda la
población de las orillas del Río Negro conocieron
el infame proceder de nuestros perseguidores, pero
no se atrevían a levantar la frente ante el
enemigo, temiendo por sus intereses, que dependen
de las Autoridades nacionales.
Por suerte, el año pasado, hicimos levantar
casas en terreno nuestro, de manera que no
pudieron echarnos de ningún modo como habían
determinado en la fiebre de la pasión. Confieso
que incluso me había preparado para la defensa
material de nuestras personas y de los muchachos y
muchachas, que habíamos recogido. La actitud y el
proceder enérgico nos salvaron y no se hizo caso
alguno de lo que el Gobernador había escrito al
Ministro de Culto. Nos acusaba en una nota de que
éramos personas sin educación y escandalosas y
aconsejaba al Gobierno nacional ((**It17.755**)) que no
aceptara a ningún salesiano en las parroquias del
territorio argentino.
A pesar de todo, ahora ha aceptado el
nombramiento de don Tadeo Remotti en Viedma y de
don Raimundo Daniele en Pringles, que tomarán
posesión de estas parroquias la semana próxima.
Estos hechos han sucedido del 3 de septiembre de
1884 al día 1.° de febrero de 1885.
No sé cómo pasaremos este año. Me parece que la
cuestión religiosa se está poniendo seria y,
ahora, se añade la cuestión política para el
candidato a la Presidencia de la República, dado
que el actual Presidente termina su período el día
12 de octubre de 1886. Que el Señor preserve a
este país de tantas discordias, en las que amenaza
caer, y lo guíe al verdadero progreso moral, que
es la santificación de todas las familias.
Los hermanos gozan de buena salud y le puedo
asegurar que todos observan exactamente las santas
reglas, lo mismo que las hermanas, las cuales nos
dan a nosotros muy buen ejemplo de obediencia,
pobreza, recogimiento y trabajo.
En cuanto a las necesidades de esta casa, nos
convendría: 1.° Personal para recorrer el
territorio de misiones. 2.° Mil liras al mes, por
lo menos, para hacer frente a los gastos. 3.°
Cuarenta mil liras, para preparar un local a
monseñor Cagliero y a los nuevos misioneros.
Cuando llegamos aquí, teníamos dos casas y dos
terrenos donde edificar. En cinco años, hemos
vendido una casa por veinte mil liras y un terreno
por tres mil cuatrocientas, cuyo importe se empleó
para comprar dos terrenos en Patagones, edificar
un colegio para chicos y otro para chicas en
Viedma, gastando en ello todos nuestros recursos y
contrayendo una deuda de treinta mil francos con
el Banco, que se ha instalado aquí en Patagones en
mayo del año pasado...
Patagones, 5 de febrero de 1885
JOSE FAGNANO, Pbro.
(**Es17.653**))
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