((**Es17.645**)
B
AL CARDENAL NINA
Eminencia Reverendísima:
Siento la necesidad y, al mismo tiempo, el
deber de manifestar a V. E. Rvma. los sentimientos
de mi pobre corazón, que son de profunda
veneración y sincero agradecimiento por todo lo
que ha hecho y hace en favor de nuestra
Congregación y, especialmente, por su valiosa
protección y cooperación en la reciente
disposición del Padre Santo respecto a mi persona.
Como hijo de obediencia, no podía ni debía
oponerme a los deseos de nuestro venerado Padre
don Bosco. Y el Señor lo ha dispuesto así para
que, como premio a sus muchas tribulaciones
pasadas, pudiese ver en su vejez a uno de sus
hijos, elevado a la dignidad Episcopal.
Sirva, pues, de confusión para mí, y de
satisfacción para aquél a quien hace ya treinta y
cuatro años llamo Padre.
Como ya escribí al Padre Santo y al Cardenal
Prefecto de Propaganda, aparte mi indignidad, no
me queda sino mirar el bien de nuestra
Congregación y la mayor ganancia de nuestra misión
de Patagonia, resignándome a los honrosos cargos y
a las cargas de esta dignación Pontificia.
La Congregación Salesiana tiene en Vuestra
Eminencia más que un protector, un padre que nos
quiere como a amorosos hijos. íOjalá pudiéramos
corresponder dignamente a sus santas solicitudes!.
íY, si Dios nos ayuda, corresponderemos!
Eminentísimo Príncipe, en la lejana Patagonia
hay corazones que sienten la gratitud y quieren y
rezan también, como sus hermanos de Europa, para
que Dios conserve ad multos annos a Vuestra
Eminencia Rvma. para bien y provecho de nuestra
Congregación.
((**It17.746**)) Que
Dios nos escuche.
Nuestro venerado Padre don Bosco, ya muy
mejorado, me encarga le ofrezca sus saludos y su
agradecimiento y encomiende, a sus fervientes
oraciones, a toda la familia salesiana.
Postrado a los pies de V. E., beso la sagrada
púrpura y deposito el testimonio de mi filial
sumisión, declarándome
De V. E. Rvma.
Turín, 16 de octubre de 1884
Humilde y seguro servidor,
JUAN CAGLIERO, Pbro.
C
AL CARDENAL SIMEONI
Eminentísimo Príncipe:
Con el ánimo lleno de inmensa gratitud y, al
mismo tiempo, de profunda confusión, presento a
Vuestra Eminencia Reverendísima los sentimientos y
afectos de mi pobre corazón.
(**Es17.645**))
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