((**Es17.641**)
descargó el golpe de muerte contra la más
cosmopolita de las instituciones, la institución
más benéfica, la más humanitaria y civilizadora de
los pueblos de la tierra, queremos decir la
Congregación de Propaganda.
Todavía le quedaba a la revolución un delito
por cometer y lo cometió el pasado mes de enero,
sometiendo a convertirse en renta nacional
italiana y, por tanto, a la eventualidad, al
arbitrio y dependencia del Gobierno italiano, los
fondos cosmopolitas de Propaganda, destinados a
ser patrimonio sagrado universal e inviolable de
la fe católica y medio para difundir el Santo
Evangelio y, con él, la civilización a las
naciones bárbaras e infieles.
Eminentísimo Príncipe, el eco de semejante
atentado, consumado contra la libertad del
Evangelio y de su propagación, y la protesta del
mundo entero resonaron a orillas del Río Negro y
han despertado en nosotros, misioneros italianos,
sentimientos de dolor, indignación y humillación.
íY los mismos salvajes de nuestra remota Patagonia
e incluso los más apartados isleños de la Tierra
del Fuego tienen motivo para asombrarse ante
semejante acto despótico y tiránico, perpetrado en
detrimento de la fe divina que acaban de abrazar!
>>Y cómo podrán ellos comprender semejante
conducta en un Gobierno que, siendo italiano, se
hace perseguidor de un Papa italiano, en el mismo
momento en que éste envía misioneros italianos a
civilizarlos en sus tierras, las más australes del
continente americano?
Y he aquí, entre tanto, la Propaganda
protestante, que desgraciadamente se nos ha
adelantado, promovida, ayudada y protegida por el
Gobierno ((**It17.741**))
inglés, aplaudir, sonriéndose en son de mofa al
Gobierno italiano perseguidor de la Propaganda
Católica. En cuanto a las razones que aduce el
Ministro de Asuntos Exteriores en defensa de esta
sentencia, antes que jurídicas, son, en el decir
de eminentes jurisconsultos, ridículas; de suerte
que, para desacreditarlas y refutarlas, basta
cualquier protesta por parte de algún Estado, para
que dicha cuestión de orden puramente interior y
nacional, venga a ser de orden exterior e
internacional. En efecto, una simple observación
del Ministerio de los Estados Unidos, con respecto
a su colegio existente en Roma, bastó para echar
por tierra toda la jurisprudencia italiana en
sesión conjunta, y no digamos su irrevocable
veredicto.
Por lo cual, no teniendo en nuestras manos más
medios para defender los sagrados derechos
cosmopolitas de Propaganda, protestamos ante Dios
y los hombres contra este acto lesivo de la
libertad de la Iglesia, dañoso para la religión y
la civilización y humillante para nuestra patria.
Y decimos humillante para nuestra patria, porque
si la lengua italiana resuena dulce y suave a
orillas del Río Negro, en el Chubut, y Magallanes
y más allá en la Tierra del Fuego; si sus glorias,
sus artes y ciencias son aquí objeto de
encantadora maravilla, es por obra e impulso y con
los medios de esta Congregación de Propaganda
Fide, pisoteada y atropellada por el Gobierno
italiano.
Ea, pues; si no es por amor a la justicia y al
derecho, siquiera por amor a la Patria y por el
honor del nombre italiano, renuncie el Gobierno
italiano en sus hostilidades contra la Iglesia y
déjele la libertad y el derecho para instruir,
civilizar, salvar a todo el mundo, que le
corresponde por mandato de su Divino Fundador.
Euntes in universum mundum, praedicate Evangelium
omni creaturae (Mc. 16, 15). Así no tendrán que
ruborizarse los misioneros italianos de su patria
y de su gobierno ante los salvajes de Patagonia; y
si nuestros clamores unidos a los de la Iglesia
del Sumo Pontífice y de los Pastores de todo el
mundo no obtuvieren adecuado efecto ante las
Potencias de la tierra, lo obtendrán muy cabal de
la Potencia del cielo. Jesucristo, Rey de reyes,
Dominador de los dominantes, nos lo aseguró con
las plabras: Nolite timere, ego vici
(**Es17.641**))
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