((**Es17.631**)
-Mortificación de los ojos, al mirar, al leer,
apartándose de toda lectura mala e inoportuna.
-Un punto esencial. He hecho pacto con mis ojos
de no pensar ni siquiera en una virgen. Y en los
salmos: Guarda tus ojos para que no vean la
vanidad,
-Mortificación del oído y no escuchar malas
conversaciones, palabras hirientes o impías.
-Se lee en el Eclesiástico: Saepi aures tuas
spinis, linguam nequam noli audire. Rodea con un
seto de espinas tus oídos y no escuches la mala
lengua.
-Mortificación en el hablar: no dejarse vencer
por la curiosidad.
-También está escrito: Coloca una puerta y un
candado a tu boca. Ten cuidado de no pecar con la
lengua, para que no seas derribado a vista de los
enemigos que te insidian y tu caída llegue a ser
incurable y mortal.
-Mortificación del gusto: no comer, no beber
demasiado.
-El demasiado comer y el demasiado beber fue
causa del diluvio universal y del fuego sobre
Sodoma y Gomorra y de los mil castigos que cayeron
sobre el pueblo hebreo.
-Mortificarse, en suma, sufriendo cuanto nos
sucede a lo largo del día, el frío, el calor y no
buscar nuestras satisfacciones. Mortificad
vuestros miembros terrenos, dice San Pablo.
-Recordad el dicho de Jesús: Si quis vult post
me venire, abneget semetipsum et tollat crucem
suam quotidie et sequatur me.
((**It17.729**)) -Dios
mismo, con su próvida mano, rodea de espinas y de
cruces a sus inocentes, como hizo con Job, con
José, con Tobías y con otros Santos. Quia acceptus
eras Deo, necesse fuit ut tentatio probaret te.
-El camino del inocente tiene sus pruebas, sus
sacrificios, pero recibe fuerza en la Comunión,
porque quien comulga frecuentemente tiene la vida
eterna, está en Jesús y Jesús en él. Vive la misma
vida de Jesús y El lo resucitará en el último día.
Es éste el trigo de los elegidos y el vino que
engendra vírgenes. Parasti in conspectu meo mensam
adversus eos, qui tribulant me. Cadent a latere
tuo mille et decem millia a dextris tuis, ad te
autem non appropinquabunt.
-La Virgen Santísima a quien tanto ama es su
Madre. Ego mater pulchrae dilectionis et timoris
et agnitionis et sanctae spei. In me gratia omnis
(para conocer) viae et veritatis; in me omnis spes
vitae et virtutis. Ego diligentes me diligo. Qui
elucidant me, vitam aeternam habebunt. Terribilis
ut castrorum acies ordinata.
Las dos doncellas se volvieron entonces y
comenzaron a subir lentamente la pendiente.
Y la una exclamó:
-La salud de los justos viene del Señor. El es
su protector en el tiempo de la tribulación. El
Señor los ayudará y los librará. El los librará de
las manos de los pecadores y los salvará porque
esperaron en El.
Y la otra prosiguió:
-Dios me dotó de fortaleza y el camino que
recorro es inmaculado.
Al llegar ambas doncellas al centro de aquella
alfombra, se volvieron.
-Sí, gritó una de ellas, la inocencia coronada
por la penitencia es la reina de todas las
virtudes.
Y la otra exclamó también:
-íCuán gloriosa y bella es la generación de los
castos! Su memoria es inmortal y admirable a los
ojos de Dios y de los hombres. La gente la imita
cuando está presente y la desea, cuando ha partido
para el cielo, y, coronada, triunfa en la
eternidad,
(**Es17.631**))
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