((**Es17.623**)((**It17.719**))
19 (el original en latín)
Ultima súplica de don Bosco para los
Privilegios
Beatísimo Padre:
Ya estamos en el décimo año, desde que la
humilde sociedad llamada de San Francisco de
Sales, obtuvo la definitiva y específica
aprobación de las Constituciones. Algunos
privilegios, totalmente indispensables, le fueron
concedidos entonces por el Supremo Pontífice de la
Iglesia. A lo largo de este tiempo, los socios
Salesianos se preocuparon de llevar a la práctica
sus Constituciones, perfeccionar el noviciado y
los estudios y observar sus ejercicios de piedad y
los de sus alumnos, para conseguir de este modo el
fin de la Sociedad, que fue siempre la gloria de
Dios y la salvación de las almas. Tras la
definitiva aprobación, con la ayuda de Dios, es un
hecho que esta humilde Sociedad, en realidad un
pequeño rebaño, se ha expandido de forma milagrosa
y rapidísima por las diversas regiones de Italia,
Francia, España y hasta los indios y patagones de
América del Sur. Cuando esta Congregación
consiguió su aprobación, contaba únicamente con
dieciséis casas, en las que recibían educación
cristiana aproximadamente siete mil alumnos; y
tenía trescientos socios. Pero ahora las casas o
colegios son ciento sesenta y seis; los alumnos
externos e internos son aproximadamente ciento
cincuenta mil; y los religiosos, más de mil
cuatrocientos.
En medio de tantos alumnos y religiosos y en
medio de tantas casas, unas tan distantes de las
otras, ha surgido una gran dificultad por la
carencia de los privilegios que los demás
institutos eclesiásticos suelen disfrutar.
Pues como nuestros privilegios fueron
concedidos unos temporalmente, otros condicionados
y otros de simple viva voz, originaron graves
dificultades para su puesta en practica. Por
ejemplo: la facultad de poder expedir las
dimisorias fue concedida el 3 de abril de 1874,
((**It17.720**)) y, en
esta misma fecha y año, ha quedado sin efecto.
>>Qué puede hacer sin esta facultad el Superior de
una Congregación que tiene intercomunicación de
casas?
Por consiguiente, tras madura reflexión sobre
ello y contando con el consejo de un varón
prudente e investido de autoridad, se impetró la
Comunicación de los privilegios como necesarísima.
En pliego aparte, se exponen la necesidad y las
motivaciones de todo esto.
No se solicita la Comunicación de privilegios
en general, sino de modo especial con los Oblatos
de la Bienaventurada Virgen María, cuya
Congregación obtuvo su aprobación definitiva y la
Comunicación de los Privilegios de los
Redentoristas por León XII, de feliz memoria, el
día 12 de septiembre de 1826, en estos términos:
<>.
Pero, como ahora nuestra humilde Sociedad,
tanto en cuanto a sus Constituciones y finalidad,
como en su cultivo de la mies en el campo
evangélico, puede asimilarse a las anteriormente
alabadas Congregaciones, se solicitan simplemente
idénticos privilegios.
Precisado brevemente todo esto, todos los
Salesianos postrados a tus pies, Beatísimo
(**Es17.623**))
<Anterior: 17. 622><Siguiente: 17. 624>