((**Es17.595**)
Fue a Roma, con ocasión de la fiesta para la
canonización de los mártires japoneses, y firmó el
célebre mensaje que los Obispos allí reunidos
presentaron al Padre Santo, rindiendo espléndido
homenaje a su infalible magisterio, y volvió con
ocasión del Concilio Vaticano, en el que despertó
admiración por su devoción a la autoridad del
Papa.
Al quedar vacante la diócesis de Lyon, por
muerte de monseñor Guenouilhac, el gobierno
francés, a quien correspondía proponer el
nombramiento del sucesor, presentó a la Santa Sede
al Obispo de Saint-Didié. Pío IX aceptó la
elección que habían hecho y, en el consistorio del
26 de junio de 1876, monseñor Caverot fue
promovido Arzobispo de Lyon y Vienne. Era un
nombramiento merecido y fue recibido con aplauso
universal. No tardó en trasladarse a su
archidiócesis y cooperó eficazmente a la
inauguración de la nueva Universidad católica de
Lyon, cuyos comienzos habían sido bien asegurados
por monseñor Thibaudier, hoy obispo de Soissons, y
que había sido por algún tiempo obispo auxiliar y
vicario capitular encargado del gobierno diocesano
durante la enfermedad y después de la muerte de
monseñor Guenouilhac.
Su Santidad Pío IX creó a monseñor Caverot
cardenal presbítero de la Santa Iglesia Romana el
12 de marzo de 1877 con el título de San Silvestre
in Cápite, y lo llamó para formar parte de la
Congregación del Concilio, de Propaganda, del
Indice y de las Indulgencias y Sagradas reliquias.
Fue designado para llevarle ((**It17.694**)) la
birreta cardenalicia monseñor José Fráncica-Nava,
camarero secreto de Su Santidad; y el Mariscal
Mac-Mahón, valiéndose de la facultad concedida por
la Santa Sede a algunos jefes de Estado, se la
impuso, rindiendo con bellas frases el merecido
homenaje a las virtudes del novel Purpurado.
DON BOSCO Il più
bel fiore del collegio
apostolico, pág. 230.
3
Himno al cardenal Alimonda
DON BOSCO Y SUS HIJOS APLAUDEN AL UNISONO A SU
VENERADISIMO ARZOBISPO, SU EMINENCIA EL CARDENAL
CAYETANO ALIMONDA, FELICES DE RECIBIR EN EL
ORATORIO, EL DIA DE LA FIESTA DE SU PATRONO, AL
QUE ES VIVO EJEMPLO DE LA SABIDURIA, LA
MANSEDUMBRE Y LA CARIDAD OPERANTE DE SAN FRANCISCO
DE SALES.
Esta dicha que miras grabada
En la frente de tantos
muchachos
Te dirá que esta hora es la
ansiada,
Como un salto o suspiro de
amor.
Nuestro anhelo de verte era
tanto
Y tan viva y tan larga la
espera
Que hoy prorrumpe de amor
nuestro canto
Aclamando al ilustre Pastor.
(**Es17.595**))
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