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-Recomiendo, sobre todo, dijo el día dieciocho
de septiembre, que, cuando un clérigo ha de
recibir las sagradas órdenes, se le observe bien y
se le examine antes de recibir el subdiaconado y
se tomen las decisiones en conciencia.
Pregúntesele: >>Has estudiado? >>Cómo ha ido tu
conducta? >>No has perdido inútilmente ningún
curso? Hay que exigir moralidad y teología a la
vez: que las calificaciones de los tratados, de
los que se examinó, sean aceptables: que nadie se
duerma en los estudios, etc.
Algunas de sus normas se refieren a los deberes
en general o en particular. Podía afectar a todos
los hermanos en general esta sabia advertencia,
hecha el día veinticinco de agosto:
-Téngase en cuenta que, a veces, uno que parece
inepto para un cargo, auxiliado por la gracia de
Dios, tiene después éxito, si los superiores de
una casa le ayudan.
Menos genérica, mas sí de amplia comprensión,
fue esta otra advertencia del día dieciocho de
septiembre:
-Antes que cualquier otra cosa, en la marcha
del funcionamiento de los cargos y de los
intereses, mírese por la salvación espiritual de
los clérigos.
Tenemos, además, instrucciones pormenorizadas
para algunos cargos. El día trece de julio, habló
con insistencia sobre la necesidad de cambiar,
cada seis años, a los Directores de las casas. No
se le escapaban los inconvenientes que acarreaba
semejante determinación, pero deseaba que ((**It17.665**)) esto
quedase como un principio práctico, no obstante
las excepciones que oportunamente debieran
hacerse. El día diez de septiembre recordó
encarecidamente a los Directores el deber del
coloquio espiritual mensual.
-Hay que insistir, dijo, a los Directores para
que no dejen de estimular a que se tenga el
coloquio espiritual y, para que sea provechoso,
preparen anticipadamente lo que deben decir. Es
una obligación que algunos olvidan. Ciertos
Directores, cuando son reprendidos por este
descuido, responden: No sé qué decir. >>Acaso el
preguntar si se hace la meditación, si se estudia,
si se asiste a los alumnos, si se tienen
dificultades en el cumplimiento del propio cargo,
no da ocasión y proporciona tema suficiente y
fecundo para dialogar? Los Directores sensatos
bendicen mil veces el momento en que fue
instituido el coloquio espiritual. Y, sin embargo,
a duras penas se obtiene de algún superior que lo
haga y a veces no se hace. Es la clave de la buena
marcha de la casa y de la Congregación.
El día dos de octubre recomendó a los
Inspectores y al Catequista hacer frecuentes
visitas a las casas; pero que dichas visitas no
fueran
(**Es17.570**))
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