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Ciertamente encontrarás muchas dificultades,
especialmente al principio de una misión tan
extensa como la de Sao Paulo, >>no es verdad?
Tienes, pues, que industriarte para buscar
compañeros y formar vocaciones. Me aseguran que
éstas son muy raras; por lo cual, si logras
descubrir alguna, tendrás que hacer cualquier
trabajo y cualquier gasto de dinero, que nos sea
posible para salir bien en el intento.
Aquí tenemos muchas y, sin embargo, si pudieses
enviarme un centenar más de ellas nos darías un
alegrón, y nosotros procuraríamos instruir a esos
jóvenes y devolvértelos, pero a condición de que
puedan ayudarte en las misiones hasta el Mato
Grosso.
En los próximos ejercicios o cuando tengas
ocasión para poder hablar a nuestros Hermanos,
diles que estoy informado de que la mies es mucha
y ((**It17.623**)) escaso
el número de los operarios, pero que nosotros
rezaremos y la ayuda de Dios no nos faltará para
proporcionar cuantos sean necesarios.
Estoy aquí en San Benigno con ciento sesenta
novicios que hacen los ejercicios para emitir sus
votos. Los predican don Juan Bautista Francesia y
don Juan Bautista Lemoyne, que han hablado de ti y
de tus compañeros varias veces.
Otros tantos hubo en la tanda anterior, que era
para los que empezarán su año regular de noviciado
la próxima semana.
Adiós, mi querido Giordano, cuida tu salud. Que
Dios os bendiga a ti y a esos hermanos nuestros,
que trabajan contigo y ganan muchas almas para el
cielo. Saluda a todos de mi parte y diles que pido
cada día en la santa misa a Jesús y a María que
nos ayuden a ganar muchas almas y ser felices en
el tiempo y en la eterna bienaventuranza. Amen.
Todos nuestros Hermanos te saludan y rezan por
ti. Vosotros rezad también incesantemente por
vuestro,
San Benigno, 30 de septiembre de 1885
Afmo. amigo en J. C.,
JUAN BOSCO, Pbro.
Don Lorenzo Giordano, fuera de sí por la
alegría, contestó el día veintidós de diciembre:
<<íUna carta de don Bosco!... íííEscrita de su
puño y letra!!! Me parecía soñar... Al leerla, me
parecía estar delante de usted, í oír aquellas
palabras realmente de sus labios! Gracias
infinitas por este regalo, que guardaré como
preciosa reliquia. La leí en conferencia, y usted,
que sabe cuánto le quieren y veneran sus hijos de
América, puede fácilmente imaginar los efectos que
ha producido en mí y en todos. Sí, procuraremos
practicar sus santos consejos, buscar vocaciones y
cuidarlas, esforzarnos por amar y hacer amar cada
vez más a Jesús y (añadimos) amar y hacer amar al
que es su representante y su querida imagen, don
Bosco>>.
El Director dice que había leído la carta de
don Bosco en conferencia; efectivamente tenía
consigo tres hermanos, pues a los dos primeros
habíaseles añadido el padre Cavatorta. Los otros
dos eran el clérigo Cogliolo y el coadjutor
Bologna.
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