((**Es17.531**)((**It17.618**))
Discurre, haz proyectos, no repares en gastos, con
tal de obtener algún sacerdote para la Iglesia,
especialmente para las Misiones.
Cuando tengas ocasión de hablar con nuestras
hermanas o con nuestros hermanos, diles de mi
parte que he recibido con satisfacción sus cartas,
sus saludos, y que me causó gran alegría y resultó
un eficaz consuelo para mi corazón el saber que
todos han rezado y siguen rezando por mí.
Animémonos todos. María bendice y protege
nuestra Congregación; el auxilio del Cielo no
faltará; aumentan los operarios, parece que crece
el fervor, no abundan los medios materiales, pero
son suficientes.
Dios te bendiga, querido Lasagna, y contigo
bendiga a todos nuestros hijos e hijas, religiosos
y Alumnos, y María asista y proteja a la familia
Buxareo y Jackson y a todos nuestros bienhechores;
nos guíe a todos con seguridad por el camino del
cielo.
Estoy en Valsálice para los ejercicios
espirituales; todos gozan de buena salud y te
saludan.
Mi salud anda renqueando algún tanto, pero tiro
adelante. Que Dios nos conserve a todos en su
santa gracia.
Turín, 30 de septiembre de 1885 1.
Afmo. amigo,
JUAN BOSCO, Pbro.
Don Luis Lasagna respondió el día treinta de
diciembre, al enviar para algunos meses a Italia a
don Luis Calcagno y a don Pedro Rota. Su carta es
tan cariñosa que no podemos dejar de reproducir
aquí un fragmento, aunque sea un poco largo. Don
Luis Lasagna presentaba a don Bosco a sus dos
noveles sacerdotes en estos términos: <((**It17.619**))
envidiamos y los acompañamos de corazón y con toda
el alma; mientras usted bendice a estos sus dos
afortunados hijos, puede bendecir a todos, porque
todos estamos postrados ante usted. Postrados, sí,
amadísimo Padre, para agradecerle tantos
beneficios como nos ha hecho, especialmente al
habernos aceptado y mantenido en su querida
congregación, beneficio tan grande que no le
recompensaremos ni dando la vida por usted>>.
1 En el ejemplar de don Joaquín Berto (nos
falta el original) se lee treinta de septiembre,
pero, desde el día veintiocho, don Bosco no se
encontraba en Valsálice, sino en San Benigno. Es,
pues, un lapsus cálami del Santo o del copista.
(**Es17.531**))
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