((**Es17.516**)
Tres meses de trabajo fueron suficientes para
terminar el gran edificio; por lo que, el día 5 de
marzo de 1886, Silvela renovó sus instancias,
acompañadas con el envío de un memorial en
francés, que contenía la historia de la obra, el
texto de la ley del día cuatro de enero ((**It17.601**)) de
1883 y el elenco de los patronos fundadores 1. Don
Bosco respondió solícitamente desde Alassio con
esta carta, que dictó a don Francisco Cerruti.
Excelentísimo Señor:
He examinado atentamente el proyecto de la
Escuela de Santa Rita, que V. S. tuvo la bondad de
enviarme, acompañado de la ley del día 4 de enero
de 1883 que la autoriza, y no puedo dejar de
manifestar a V. S., y a los otros dignísimos
señores de esa Comisión, mi más cordial
agradecimiento por su benevolencia en favor de los
Salesianos y la más sincera admiración por la
exquisita caridad cristiana que les anima. Bien
sabe Dios que quisiera aceptar la invitación que
V. S. me reitera, con su muy atenta carta del día
cinco de los corrientes, para asumir la dirección.
Pero, dejando a un lado la escasez de personal por
los compromisos ya contraídos, la calidad de este
Instituto y su modalidad disciplinaria no me
permiten secundar este recíproco deseo. A pesar de
toda la voluntad de hacer el bien, nosotros no
podemos apartarnos en la práctica de cuanto
establece nuestro Reglamento, del que he remitido
un ejemplar en septiembre pasado. Para nosotros,
sería factible ahí un Colegio, según el modelo de
los Talleres Salesianos de Barcelona-Sarriá; pero
no podría ser una escuela-reformatorio sobre las
bases de ése de Santa Rita.
Espero que, con la ayuda de Dios, podré
acercarme el próximo abril a Barcelona y me será
muy grato, si posible fuere, volver a ver en tal
ocasión a V. S. y al bonísimo señor Francisco
Lastres, ya que guardo muy grato recuerdo de
ambos, al tiempo que pido de corazón al Señor que
los conserve en su santa gracia.
Créame, Exmo. Señor, con la más sentida estima
y reconocimiento para con V. E.
Alassio (Génova), 17 de marzo de 1886
Humildísimo servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
El Santo estaba entonces de viaje hacia
Francia, con intención de proseguir, como lo hizo
en efecto, hasta España. Apenas se supo su llegada
a Barcelona, el señor Lastres se encaminó allí,
siendo portador, además, de una carta del Nuncio.
El Prelado, para complacer al señor Silvela, que
le suplicaba les facilitase una vez más el
cumplimiento de su proyecto, repetía que era su
vivo deseo que don Bosco estuviese en grado de
establecer a los Salesianos al frente de un
Colegio tan benéfico e importante; ((**It17.602**)) y eso
tanto más, cuanto que la
1 Ap. Doc. núm. 90.
(**Es17.516**))
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