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((**Es17.496**) subvención, único recurso de aquella paupérrima Casa, quedaba suspendida hasta nuevas disposiciones de Vuestra Santidad 1. Agobiado por las dificultades e impotente para proseguir yo solo la obra emprendida, acudo a Vos, Beatísimo Padre, a fin de que os dignéis continuar con la caridad y benevolencia, que hasta ahora tuvisteis, enviándonos la mencionada subvención mensual. Mucho me dolería ver desaparecer un Instituto, comenzado con tan felices auspicios, encaminado hasta ahora tan felizmente, gracias al auxilio de Dios y a la generosa caridad de Vuestra Santidad, y llegado a ser cada día más necesario por la escasez de clero en La Spezia, por la excesiva cantidad de niños pobres y abandonados y por las insidias de los vecinos protestantes, cumplidamente provistos, por desgracia, de Hospicio, Escuelas y Templos por la secta. Por nuestra parte, Beatísimo Padre, estaremos eternamente agradecidos a la caridad, que imploramos de Vuestro paternal corazón, y Salesianos y alumnos, sobre todo los de la casa de La Spezia, elevarán cada día a Dios y a María Auxiliadora las más fervientes oraciones por la incolumidad de Vuestra Santidad, nuestro generoso bienhechor. Dignaos, Beatísimo Padre, aceptar los sentimientos de la más sincera gratitud y devoción, con la que, implorando sobre mí y sobre toda la Congregación Salesiana Vuestra apostólica bendición, me siento feliz al profesarme de Vuestra Santidad, Turín, 1 de diciembre de 1885 Humildísimo y obedientísimo hijo, JUAN BOSCO, Pbro. El Cardenal informó sobre la carta al Papa y escribió después a don Bosco el día 24 de febrero de 1886: <((**It17.578**)) tiempos le obliga a sostener aquí en Roma, ponen un límite a su caridad y frenan los ímpetus de su corazón de padre. Mas, para demostrarle lo mucho que aprecia a la Institución que usted tan dignamente dirige, me ordenó le remitiera, por una sola vez, la cantidad de cinco mil liras que, obedeciendo a los soberanos mandatos, me honro enviarle por giro postal sobre el Banco Nacional>>. 1 Aquí se ha incurrido en un error con respecto al mes de la suspensión, como se deduce de esta carta al señor Sigismondi, fechada en el Vaticano a 10 de octubre de 1885. Excelentísimo señor Alejandro: Me apresuro a comunicarle que, habiendo vuelto a monseñor Folchi para la acostumbrada asignación, me ha contestado que la administración tenía facultad para pagar la asignación al Instituto de La Spezia hasta el mes de agosto del corriente año, esto es, hasta cumplirse la restitución del préstamo. Y, para que dicha asignación pudiera continuar, es necesario pedir directamente al Padre Santo una nueva concesión, que debería hacer el Rvmo. don Bosco o quien haga sus veces. Rogándole acepte mis saludos extensibles a su digna esposa, me repito Su seguro servidor, C. ROSSIGNARI El señor Alejandro exhortaba a don Bosco, en la cartita con que le remitía el comunicado, a pensar en seguida en lo que debía hacerse. (**Es17.496**))
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