Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es17.495**) No sabemos nada de la contestación del Ministro; pero sí conocemos cómo terminó la providencial subvención de la Santa Sede. Primeramente León XIII había continuado ((**It17.576**)) con su donativo mensual de quinientas liras, concedido por su Predecesor; pero, cuando en 1885 se presentó para cobrar el donativo de septiembre la persona encargada de retirar las asignaciones, obtuvo por respuesta que la administración Vaticana no tenía facultad para pagar nada más que hasta el mes de agosto transcurrido. Con el deseo de obtener la continuación de la asignación, don Bosco presentó al Padre Santo, a través del Secretario de Estado, el cardenal Jacobini, la súplica siguiente: Beatísimo Padre: La ciudad de La Spezia, que pasó en poco tiempo de un pequeño número de habitantes hasta los treinta mil, se encontró hace casi dos lustros, en grandísima penuria de instrucción religiosa. Su Santidad el Papa Pío IX, de santa memoria, movido especialmente por los peligros en que se encontraba la juventud, propuso al abajo firmante que pusiera remedio a ello de algún modo y aconsejó la fundación de unas escuelas y un orfanato. Con tal fin, señaló la cantidad de quinientas liras mensuales como subvención. De acuerdo con esta invitación y aliento, el que suscribe abrió allí las escuelas llamadas de San Pablo el día 10 de diciembre de 1877 y, con dicha subvención, pudo comenzar a hacer frente a los gastos entonces necesarios. Fallecido Pío IX, la inagotable caridad de Vuestra Santidad dignóse, en un rasgo particular de benevolencia, continuar desde los comienzos de su Pontificado con el mismo donativo mensual y así no sólo se pudo continuar con las escuelas externas y el Oratorio festivo en sus primitivas proporciones, sino que se les dio un desarrollo tan grande que, a los pocos años, al no ser suficientes la capilla y el local ocupado por los niños de la escuela, cuyo número crecía de día en día, y ante las necesidades espirituales de la numerosa población fue necesario buscar otro lugar más amplio y apto también para el orfanato. Fue entonces cuando Vuestra Santidad contribuyó a la construcción del nuevo Instituto con la cantidad de seis mil liras el día 10 de septiembre de 1880, a extinguir mediante la entrega de cien liras mensuales sobre la mencionada subvención de quinientas liras, que de esta manera nos fue caritativamente entregada hasta el mes de julio del año corriente. Añadió a ello todavía Vuestra Santidad la limosna de dos mil liras para otras tantas misas, que fueron solícitamente celebradas. Así se pudo construir una capilla más amplia con el hospicio anejo, donde se encuentran asilados unos ciento cincuenta muchachos, algunos de los cuales son pobres huerfanitos necesitados de sustento y de educación religiosa y de aprender un oficio para ganarse honradamente el pan, y otros son muchachos de distinguida bondad y talento que aspiran a la carrera eclesiástica y no podrían hacer en otra parte sus estudios por falta de medios. Así procedían las cosas con frutos ((**It17.577**)) realmente consoladores en favor de las almas, cuando, a primeros de agosto del corriente año, nos participó el Cajero Ecónomo que esta (**Es17.495**))
<Anterior: 17. 494><Siguiente: 17. 496>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com