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partes de la ciudad hasta llenar capilla y patio.
Una mañana le presentaron para que le bendijera
una muchacha con una enfermedad intestinal, que le
causaba hinchazón del vientre. Preguntóle la
madre, después de la bendición, si la niña
curaría:
-Sí, contestó don Bosco; pero el Señor les
pedirá a ustedes un gran sacrificio.
Efectivamente la enferma curó; pero, de allí a
poco, la señora perdió a su padre.
En otra ocasión estaban reunidas alrededor del
Santo las huérfanas a las que había bendecido y,
de pronto, dirigiéndose a la superiora, le dijo:
-Usted, madre, tiene a una de estas muchachas
((**It17.46**)) muy
enferma.
Exactamente era así; pero el mal no se veía,
puesto que se trataba de una úlcera maligna en la
base de la espina dorsal. Había que renovar las
curas cada día. Don Bosco se acercó a la joven,
que tenía unos dieciocho años, y, después de
bendecirla, le dijo:
-Se curará, sí se curará, hija mía.
Y efectivamente curó.
Un día, mientras se entretenía familiarmente
con las buenas religiosas, les preguntó:
->>Qué quieren que pida al Señor para ustedes?
-Que nuestras muchachas sean muy piadosas, le
respondieron.
->>Podría decirnos, preguntó una de las más
antiguas, si volveremos al hospital?
Antes de la ley de supresión de las órdenes
religiosas, llevaban ellas desde hacía mucho
tiempo la dirección del hospital de Cannes, que
cayó después en manos del Gobierno y fue
secularizado. Ante aquella pregunta, levantó el
Santo los ojos al cielo, y contestó:
-Sí, pero tiene que pasar todavía algún tiempo.
Yo ya habré muerto, usted también habrá muerto,
usted también...
Y fue repitiendo las mismas palabras a todas
individualmente, excepto a una sola; a la que
saltó. Esta se llamaba sor Valeria, la cual en,
efecto, murió el año 1932, dos años después de la
vuelta de las hermanas a su antiguo hospital.
Esta hermana no estaba presente cuando don
Bosco habló a la joven de la úlcera. Habiendo
entrado de improviso después del hecho, le dijo:
-Padre, tenemos una joven muy enferma...
Y don Bosco la interrumpió diciendo:
-Lo sé, sor, todo está remediado.(**Es17.49**))
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