((**Es17.489**)
Romaña 1. íPero ánimo! ((**It17.569**))
También yo fui el blanco de disparos.
Estaba yo solo. El Ayuntamiento, el Gobierno, las
gentes estaban contra mí. Los buenos me querían
llevar al manicomio. Y sin embargo... Aún hace
pocos meses, hubo amenazas; me enviaron recado de
que me quieren matar y, por tanto, que me vaya
fuera de Italia. Pero yo respondí: -Quiero estar
en mi casa. María Auxiliadora me ayudará.
Sin más se comenzaron las obras de la iglesia y
el teatrito. Cuando don Antonio Sala fue a
inspeccionarlas, se encontró con que, por falta de
solidez del terreno, se habían echado unos
cimientos de metro y sesenta centímetros de
anchura. Don Bosco desaprobó en la sesión
capitular del día dos de noviembre unos cimientos
tan enormes y observó:
-Se hubieran podido construir pilastras y
enlazarlas con arcos de gruesas piedras a flor de
tierra. Sígase este principio en las
construcciones.
Es digna de mención la discusión capitular del
día catorce de diciembre, respecto a los asuntos
de Faenza. El director, don Juan Bautista Rinaldi,
proponía una especie de convenio con los jefes de
taller externos para evitar que los artesanos de
la ciudad, temiendo la competencia, se levantasen
contra los Salesianos. Los muchachos del taller
serían como aprendices del jefe, el cual les
pasaría un pequeño jornal proporcionado al
rendimiento, quedándose él las ganancias y
comprometiéndose a buscarles trabajo.
Cuando don Bosco oyó la lectura de los
artículos, tomó la palabra:
-Con este proyecto se quita autoridad al
Director. Sobre las bases que aquí se exponen, ya
hice yo todos los ensayos posibles en los
comienzos de este nuestro Oratorio, pero comprobé
que ocasionaban gravísimos inconvenientes, incluso
materiales. Primero obligué a los jefes a que
proveyesen las herramientas del oficio a los
muchachos; esta obligación se limitó después
personalmente al jefe y la casa estaba obligada a
proporcionar las herramientas a los muchachos; a
veces se convenía que yo pusiera a disposición de
los jefes sólo ciertas herramientas determinadas,
mientras que ellos traerían consigo de su casa las
demás; otras veces el jefe tenía que proporcionar
a los muchachos parte de los instrumentos del
oficio y ((**It17.570**)) el
Oratorio corría con el resto. Pero siempre había
gastos al arbitrio de los jefes y, unas veces, los
muchachos no recibían herramientas; otras, usaban
los jefes las de
1 Región del norte de Italia, al sur del río
Po, donde se encuentra Faenza. Hoy forma parte de
la región Emilia-Romaña. (N. del T.).
(**Es17.489**))
<Anterior: 17. 488><Siguiente: 17. 490>