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((**Es17.486**) se había creído en el deber de hacer el papel contrario en público, convenció a Cairoli de que era un acto injustificable quitar a don Bosco el usufructo de la abadía. No todos, sin embargo, actuaron borreguilmente en aquel Congreso. No se portó así el abate Bernardi, conocido patriota veneciano y liberal moderado, que desterrado en Piamonte durante el dominio austríaco, había sido Vicario General en Pinerolo y se había sentado varias veces a la mesa con don Bosco en el Oratorio. En aquella ocasión, desplegó toda su influencia en defensa y favor de don Bosco. Por último, un informe pericial, dado por orden del Gobierno Civil de Turín, certificó que, por las obras de mejora realizadas por iniciativa de don Bosco en el antiguo edificio, tendría que desembolsar sesenta mil liras el Gobierno, si se posesionaba del mismo. Esto fue el golpe de gracia contra el proyecto. Atendió el rey Humberto a los hijos de los militares, ofreciendo a los Veteranos el magnífico edificio de Superga para el instituto por ellos anhelado. ((**It17.566**)) El nombre de don Bosco fue blanco de la animosidad sectaria con motivo de otras dos casas, la de los Salesianos en Faenza y la de las Hermanas en Catania. FAENZA En Faenza no se había entablado una nueva lucha, sino que se proseguía la campaña iniciada cuatro años antes contra don Bosco y los Salesianos. La continuación de las hostilidades coincidió con la llegada del nuevo Obispo, monseñor Joaquín Cantagalli, que, en su primera carta pastoral, escrita en latín clásico, había dedicado unos párrafos a los hijos de don Bosco en términos muy elogiosos que significaban ilimitada confianza 1. La ira reprimida por algún tiempo se desbordó en forma abiertamente delictiva. El día doce de abril apareció en el Lamone un artículo acometedor y azuzador, cuyo efecto no se hizo esperar mucho. El día quince, por la tarde, una tarde nublada y melancólica, mientras los Salesianos asistían a los muchachos en el patio de recreo, resonó por los aires un disparo, salido por el lado del muro de la cerca. No hicieron mucho caso; pero, de allí a poco, vieron asomar una cabeza por encima de la tapia y oyeron otro disparo, lanzado esta vez en su dirección. La bala silbó sobre sus cabezas, rozó una columna próxima y se clavó en tierra. La noticia 1 Véase Ap. Doc. núm. 84. (**Es17.486**))
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