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entonces su cuerpo desfallecido, con la misma
caridad con la que en todo tiempo había sostenido
su Obra.
Por su parte, el denodado Director de la Unit…
Cattolica manifestaba de palabra y con los hechos
el cariño que hacía tantos años le unía al Santo.
Una de aquellas veces, en el primer encuentro, le
besó la mano en presencia de don Francisco
Cerruti, que, enternecido ante aquella
demostración de respeto, se acercó a él, mientras
don Bosco iba a sentarse lejos de la ventana,
porque la luz le dañaba los ojos, y le dijo:
-Señor teólogo, personalmente y en nombre de
los Salesianos, le agradezco el afecto que
demuestra a don Bosco.
Y aquél respondió:
->>Es posible conocer a este hombre y no
quererle?
Aquella tarde llegó a Valsálice el pintor
Rollini. Con una pequeña fotografía, recibida de
América con monseñor Cagliero en medio de sus
primeros bautizados, dos guapos muchachos
patagones auténticos, había logrado una pintura
muy interesante y se la llevaba a don Bosco. El
buen Padre gozaba mirando y enseñando las queridas
primicias cosechadas por su gran hijo en la tierra
de sus sueños.
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NIZZA MONFERRATO
Don Bosco y su Capítulo seguían cuidándose
directamente de los intereses materiales de las
Hijas de María Auxiliadora. En la sesión del día
veinte de marzo de presentó una comunicación del
médico de Nizza, que ponía de relieve las
condiciones antihigiénicas de los dormitorios en
la casa madre; por lo cual, se autorizó en seguida
a las Hermanas para hacer obras y airearlos
suficientemente. El día cinco de junio, con el
beneplácito de don Bosco, se tomó en consideración
la propuesta de don Juan Bonetti, su director
general después de la partida de monseñor
Cagliero, según la cual, para dar cabida al
creciente número de postulantas y de novicias, era
necesario construir nuevos locales, y, puesto que
el médico protestaba contra el excesivo
hacinamiento, el día veintidós de aquel mismo mes
el ecónomo, don Antonio Sala, presentó los planos
para levantar un piso sobre la casa, al que los
Capitulares, con el consentimiento de don Bosco,
dieron voto favorable.
El año 1885 ha quedado inolvidablemente marcado
en los anales del Instituto, porque el santo
Fundador hizo en él su última aparición.
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