((**Es17.459**)
Excelencia Reverendísima:
Al enviar a Vuestra Excelencia Reverendísima la
adjunta invitación para aligerar al Padre Santo
los grandes gastos de la fachada de la nueva
iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, que se está
levantando en Roma a cargo de la Congregación
Salesiana, y que, en parte, está ya abierta como
parroquia, me atrevo a algo, que sobrepasa los
límites de mi poder, pues no tengo con V. E. más
relaciones que las de mi alta admiración, fraterna
caridad y humilde servidumbre. A pesar de ello,
espero se me perdone, si se piensa que me
encuentro muy cerca y unido con plena confianza al
muy distinguido don Juan Bosco, en esta su primera
y principal Casa, y que comparto con él la penosa
ansiedad por la conservación de tantas grandes
obras de caridad y la fundación de otras muchas,
entre las que se halla la iglesia del Sagrado
Corazón en Roma y los edificios anejos para la
salvación de los niños pobres y del pueblo romano.
Por otra parte, >>por qué no va a agradar al
amabilísimo Corazón de Jesús el concurso unánime
de todas las diócesis de Italia, consagradas a su
nombre, para el embellecimiento de su iglesia como
un voto nacional y como confirmación de la
consagración ya hecha, ahora que nos apremian
nuevas necesidades y nuevos peligros? Pero lo que
más me alienta a ello es que me presento
suplicante y confiado a Vuestra Excelencia
Reverendísima, en nombre del mismo Padre Santo, el
cual, en atención a la especial necesidad de la
zona del Castro Pretorio, tan desarrollada en
construcciones y población e invadida ya por los
ministros del error, está impaciente por ver
acabado, y lo más pronto posible adornado, el
templo monumental, que se empezó con una primera
llamada de su Cardenal Vicario a las diócesis de
Italia y del mundo. Por esto la propuesta, para la
que invoco el concurso de Vuestra Excelencia
Reverendísima obtuvo el favor de sus alientos y
bendición apostólica.
No es pequeña la molestia que le va a causar el
ruego que le hago de enviar a sus Rvmos.
sufragáneos una copia de la presente carta, de la
invitación y de los módulos adjuntos. Pero confío
que la santidad de la obra moverá el celo de sus
más distinguidos eclesiásticos y de los buenos
seglares que, en medio de tantas pruebas, se han
mantenido fieles a la Iglesia y al Sumo Pontífice;
espero que no pasará mucho tiempo sin que yo pueda
colocar a sus pies una cantidad que le permita
construir una fachada del templo del Sagrado
Corazón, no inferior a las de las más famosas
basílicas, la cual, según los estudios del muy
distinguido y llorado arquitecto comendador
Vespignani, costará unas doscientas mil liras. La
invitación al pueblo católico de Italia, que, como
es lógico, se une a la presente a V. E. Rvma.,
será también publicada ((**It17.534**)) en los
diarios católicos, cuya colaboración queremos
esperar sea útil para el feliz resultado de
nuestra empresa. Y ahora no me queda más que
agradecer muy cordialmente a V. E. Rvma. el
caritativo celo que se dignará tener para promover
una obra santa y, recomendada como tal por el Sumo
Pontífice. Y besando con todo respeto sus manos,
tengo el honor de suscribirme,
De V. E. Rvma.
Turín, 16 de julio de 1885,
fiesta de la B. Virgen del Carmen
Muy
atento y seguro servidor,
>> CAYETANO, Card. Arzobispo
(**Es17.459**))
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