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qué. Contestará que aquí encontró compañeros, leyó
libros, etc. Dígasele entonces:
>>-Si quieres ir al Seminario, vete a casa pero
aconséjate con persona prudente. Si contesta, como
en general lo hacen, que es mejor aquí,
replíquesele:
>>->>Crees que podrás mantenerte bueno fuera,
como lo eres aquí? Decide tú mismo lo mejor para
ti, yo no te digo más. >>Dónde has encontrado la
salud del alma? Así el joven se dará a sí mismo la
respuesta y, en casa, podrá decir con razón: don
Bosco no me ha sugerido hacerme Salesiano; soy yo
el que elijo>>.
((**It17.462**))
Alguien, al verle ocupado en mil pensamientos, le
dijo:
-Usted, don Bosco, ítiene mil asuntos en que
pensar! >>Cómo puede llegar a todo? A la fuerza
tendrá que abandonar pronto ciertas bagatelas.
Contestó humildemente:
-íNo sólo abandono las bagatelas! íTemo olvidar
lo más importante de todo, lo único necesario, la
salvación de mi alma!
Fue una doble lección para quien le había hecho
la pregunta.
Tras su regreso de Francia, no había podido
bajar a la iglesia de María Auxiliadora a celebrar
la misa; pero, el día veinticuatro de mayo por la
mañana, no la quiso celebrar en el altar que tenía
guardado en un armario junto a su habitación.
Aquel año coincidía el día veinticuatro de mayo
con la solemnidad de Pentecostés, por lo que la
fiesta de la Virgen había sido trasladada al dos
de junio. El Santo, pues, apareció como de
costumbre en el altar de san Pedro, a cuyo
alrededor se colocó muy pronto una multitud de
devotos.
Eran innumerables las personas de Italia y del
extranjero que acudían a don Bosco para recibir
consuelo en sus penas, consejo en sus dudas,
auxilio de oraciones en sus enfermedades. Aquel
año el superior de una comunidad religiosa de Caen
(Francia-Normandía) le envió una pobre señorita,
atormentada desde hacía varios años por duras
pruebas espirituales. <> 1. Parecía que el espíritu del mal la
atormentaba, especialmente impidiéndole asistir a
funciones religiosas o practicar ejercicios
devotos;
1 Para esta misma persona escribió también
entonces a don Bosco una carta el párroco de
Saint-Gilles (Ap. Doc. núm. 72 A-B).
(**Es17.398**))
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