((**Es17.397**)
también con el pensamiento a posibilidades incluso
remotas. Así discurría cómo celebrar el tercer
septenario de la consagración de la iglesia de
María Auxiliadora, de lo que conversó varias veces
con Lemoyne, aunque en 1885 faltaran todavía
cuatro años para aquella fecha. Quería que se
celebrase con la mayor solemnidad y con
extraordinario concurso de fieles; es más, estaba
ya pensando en pedir, para aquella ocasión,
billetes de ferrocarril reducidos, a fin de que
los devotos se sintieran atraídos a la
peregrinación. Ya había hecho el intento de
obtener una rebaja excepcional sólo para los
alumnos de sus colegios con ocasión del primer
septenario 1. No se le concedió lo que pedía; pero
aquella negativa no le acobardaba, y, por eso,
acariciaba esta otra instancia de alcance mucho
mayor.
Pero es obvio suponer que más a menudo su
actividad mental ((**It17.461**)) tenía
por objeto la marcha y los asuntos de la
Congregación. Un día, por ejemplo, conversando con
Lemoyne y Viglietti 2, decía, a la manera de quien
expone ordenadamente el resultado de anteriores
reflexiones, qué reglas había que seguir para
responder a los muchachos del Oratorio, que
pidieran consejo en torno a su vocación.
<>Así pues, pregúntese sencillamente:
>>-Dime, >>eres mejor en tu casa o eres mejor
aquí?
>>Si el joven contesta que era mejor en su
casa, pregúntesele por
1 El original de la súplica, inédita hasta hoy,
no lleva fecha; pero don Joaquín Berto lo
transcribe junto con documentos de este género,
posteriores al 1875 y antes del 1876. Los
muchachos ya tenían rebaja del cincuenta por
ciento; él pedía entonces el setenta y cinco por
ciento (Ap. Doc. núm. 71).
2 Diario de C. Viglietti, 27 de mayo de 1885.
(**Es17.397**))
<Anterior: 17. 396><Siguiente: 17. 398>