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((**Es17.356**) de ánimo no daba indicios de haber cambiado. Sentía necesidad de conferenciar con don Bosco; por lo cual, le escribió sobre este asunto, pidiéndole también consejo acerca de varias cosas. Don Bosco dictó la respuesta siguiente. Querido señor Príncipe: Como ando algo mal de la vista, he de servirme de un secretario para darle una respuesta, ya con algún retraso. Ha hecho usted bien en diferir todavía la elección de estado. Yo rezaré con usted y por usted y Dios nos guiará ciertamente para conocer su divina voluntad. Con respecto al Secretario que se le asignaría, creo yo que puede servirse de él cuando lo necesite, pero sin comprometerse definitivamente en seguida. Me gustaría que, al menos, dedicase algún tiempo para conocer el carácter y la religiosidad de la persona. He recibido los cien francos y los cien boletos, que le envié en favor de la iglesia y del hospicio del Sagrado Corazón en Roma. Se lo agradezco y el Sagrado Corazón de Jesús se lo recompensará con largueza. Me alegro mucho de que Mamá esté fuera de peligro. He pedido a María Auxiliadora que le devolviese la salud primera; ahora sigo rezando, y conmigo lo hacen todos nuestros muchachos, a fin de que pueda disfrutar de salud para satisfacción de la familia por largos años. Si, por acaso, me fuera posible ir este invierno a Niza, será para mí un gran honor presentarle personalmente mis humildes saludos y la seguridad de nuestras oraciones. >>Y usted, señor Príncipe, no irá también a pasar algunos días con sus padres? Todos los de nuestra casa, que tuvieron la suerte de conocerle y saludarle en Turín, se unen a mí para ofrecerle las felicitaciones de unas buenas fiestas de Navidad y próspero año nuevo y todos se encomiendan a la caridad de sus santas oraciones. Dios nos bendiga a todos y nos ayude a caminar constantemente por la senda del Cielo. Siempre suyo, querido señor Príncipe. Turín, 17 de octubre de 1884 Seguro servidor, JUAN BOSCO, Pbro. P.D. Con respecto al Mayorazgo procure secundar a papá hasta donde le sea posible; pero espero que hablaremos de esto en otra ocasión. ((**It17.412**)) La ansiedad del Príncipe iba en aumento; la necesidad de ver más claro su porvenir lo indujo a pedir ulteriores consejos, máxime acerca del asunto, que podía considerar como central en aquel momento, esto es, la aceptación del mayorazgo. Don Bosco le expuso llana y claramente su manera de ver 1. 1 Esta y las demás cartas están escritas en francés (Ap. Doc. núm. 62 A-B-C-D-E). (**Es17.356**))
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