((**Es17.351**)
3.° Por el inconveniente de los carros que, por
la excesiva proximidad del camino a la pared,
rozan con ella y con las persianas de las
ventanas, causando daños considerables.
4.° Por el peligro de toda suerte de
inmoralidades, a causa de las conversaciones no
siempre limpias, que en este camino y precisamente
bajo las ventanas del Instituto, se tienen con
demasiada frecuencia.
5.° Para proveer a la higiene, ampliando los
patios hacia el mediodía, donde el aire es más
sano, formando alamedas más amplias y nuevos
jardines para las alumnas del Instituto.
6.° En fin, para tener a libre disposición un
taller y un patio de recreo, exclusivamente
destinados a las niñas más necesitadas de la
ciudad, puesto que desea el peticionario abrir una
escuela profesional de costura, gratuita y diaria,
para muchachas de los doce a los quince años y
también reunirlas a manera de Oratorio en los días
festivos y darles instrucción moral, civil y
religiosa.
Sabedor del mucho cuidado e interés que sus
Señorías Ilmas. tienen por el bien moral y civil
de la población que administran y especialmente en
favor de la juventud, abriga el peticionario la
firme esperanza de que le sea concedido lo
humildemente expuesto,
Turín, 16 de octubre de 1884
JUAN BOSCO, Pbro.
AL CONVENTO DE CARMELITAS EN
CARTAGO
Animado por el fervor apostólico de su celo
para hacer progresar la misión africana, el
cardenal Lavigerie pensaba que sería sobremanera
útil trasplantar a las tierras de la antigua
Cartago, bañadas en otro tiempo por la sangre de
los mártires, una comunidad, que se dedicase a la
oración v a la penitencia. <((**It17.406**))
penitencia y de la oración, si se quieren obtener
de El las gracias del apostolado>>. Así se
expresaba el gran Cardenal en una carta a la madre
María de los Angeles, superiora del Convento de la
Avenida de Mesina en París, cuando le instaba
encarecidamente en 1884 para que enviara un grupo
de sus religiosas a fundar allí un monasterio, a
fin de que, desde la cumbre del monte, se
levantaran las manos al Cielo, mientras él trataba
las batallas del Señor en la llanura.
Ahora bien, la madre María de los Angeles era
priora del monasterio, donde don Bosco había
celebrado la primera misa a su llegada a París, y
fue la que agregó espiritual y oficialmente a los
Salesianos a la Orden 1. Así, pues, en asunto de
tanta importancia, aunque tenía plena
1 Véase Vol. XVI, págs. 144 y 409.
(**Es17.351**))
<Anterior: 17. 350><Siguiente: 17. 352>