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Deseaba saber por último el Director si la Casa
madre acudiría en ayuda de la de Faenza, dado caso
que se encontrase en apuros por aquellos trabajos.
Don Bosco contestó:
-Nosotros vivimos de la Providencia, por
consiguiente nos encontramos siempre en sus
brazos, sin recursos fijos y seguros; pero no nos
negamos a dar a la casa de Faenza parte de lo que
la Providencia nos dé y acudir en su ayuda.
A pesar del cambio de casa, no se suspendió el
oratorio festivo ni un solo domingo.
Mientras tanto seguía el Lamone clamando contra
los Salesianos, llegando al extremo de escribir
que no era verdad que don Bosco hubiera recogido
en sus hospicios a muchachos que habían quedado
huérfanos por el cólera. Don Juan Bautista Rinaldi
recogió y presentó nombres y apellidos de los que
habían sido atendidos porque quería refutar con
pruebas ésta y otras falsedades. Pero don Bosco,
que era del parecer contrario, observó:
-Para contestar a estos periódicos no debemos
aducir pruebas; basta un simple mentís. Si se
presentan pruebas, se da pie a sus artículos y
materia para nuevos insultos. En lugar de esto,
protéstese y dígase que, si quieren saber cómo
está la cuestión, que busquen pruebas. Si, para
ello, tienen que escribir cartas a sus
corresponsales, gastar tiempo y dinero en sellos
de correo y viajes, a buen seguro que no se lanzan
a la empresa o se cansan pronto 1.
Esta prudente conducta fue más eficaz que
cualquier polémica.
Antes de volver a Turín, mencionaremos tres
cosas de Liguria y, ante todo, el hospicio de
Sampierdarena. Aunque en un principio don Bosco
casi no parecía propenso a la institución de la
parroquia de San Cayetano 2, sin embargo, más
tarde modificó su actitud y hasta llegó al decreto
de erección. Este decreto le causó en seguida una
contrariedad. El Capítulo Superior había fijado
((**It17.339**)) los
límites de la nueva parroquia y la curia de Génova
los había aceptado; pero el canciller arzobispal
los redujo después a su arbitrio, como se echaba
de ver por el texto del documento. Entonces se
devolvió el decreto con la exposición de los
motivos. A este propósito, hizo don Bosco las
observaciones siguientes:
-La Curia de Génova hubiera debido enviarme
primeramente el proyecto para poderlo examinar,
estudiar, aprobar y firmar. Después era necesario
escribir a Roma, para que también la Sagrada
Congregación hiciese sus observaciones y aprobase.
Es esencial que la parroquia
1 Actas del Cap. Sup.; 1 y 9 de diciembre de
1884.
2 Véase Vol. XVI, pág. 351.
(**Es17.293**))
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