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((**Es17.293**) Deseaba saber por último el Director si la Casa madre acudiría en ayuda de la de Faenza, dado caso que se encontrase en apuros por aquellos trabajos. Don Bosco contestó: -Nosotros vivimos de la Providencia, por consiguiente nos encontramos siempre en sus brazos, sin recursos fijos y seguros; pero no nos negamos a dar a la casa de Faenza parte de lo que la Providencia nos dé y acudir en su ayuda. A pesar del cambio de casa, no se suspendió el oratorio festivo ni un solo domingo. Mientras tanto seguía el Lamone clamando contra los Salesianos, llegando al extremo de escribir que no era verdad que don Bosco hubiera recogido en sus hospicios a muchachos que habían quedado huérfanos por el cólera. Don Juan Bautista Rinaldi recogió y presentó nombres y apellidos de los que habían sido atendidos porque quería refutar con pruebas ésta y otras falsedades. Pero don Bosco, que era del parecer contrario, observó: -Para contestar a estos periódicos no debemos aducir pruebas; basta un simple mentís. Si se presentan pruebas, se da pie a sus artículos y materia para nuevos insultos. En lugar de esto, protéstese y dígase que, si quieren saber cómo está la cuestión, que busquen pruebas. Si, para ello, tienen que escribir cartas a sus corresponsales, gastar tiempo y dinero en sellos de correo y viajes, a buen seguro que no se lanzan a la empresa o se cansan pronto 1. Esta prudente conducta fue más eficaz que cualquier polémica. Antes de volver a Turín, mencionaremos tres cosas de Liguria y, ante todo, el hospicio de Sampierdarena. Aunque en un principio don Bosco casi no parecía propenso a la institución de la parroquia de San Cayetano 2, sin embargo, más tarde modificó su actitud y hasta llegó al decreto de erección. Este decreto le causó en seguida una contrariedad. El Capítulo Superior había fijado ((**It17.339**)) los límites de la nueva parroquia y la curia de Génova los había aceptado; pero el canciller arzobispal los redujo después a su arbitrio, como se echaba de ver por el texto del documento. Entonces se devolvió el decreto con la exposición de los motivos. A este propósito, hizo don Bosco las observaciones siguientes: -La Curia de Génova hubiera debido enviarme primeramente el proyecto para poderlo examinar, estudiar, aprobar y firmar. Después era necesario escribir a Roma, para que también la Sagrada Congregación hiciese sus observaciones y aprobase. Es esencial que la parroquia 1 Actas del Cap. Sup.; 1 y 9 de diciembre de 1884. 2 Véase Vol. XVI, pág. 351. (**Es17.293**))
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