Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es17.281**) más aún, había prometido hacer una visita a Penne si las circunstancias no le hubiesen quitado el tiempo. Las gestiones se prorrogaron todavía algunos años, estorbados por una minoría masónica de la Junta Municipal, que anteriormente no se había quitado la careta. ((**It17.324**)) El celo industrioso y desinteresado del buen sacerdote de Penne no pudo lograr su intento. No se había recibido ninguna propuesta de Nápoles hasta 1884; llegó entonces una de singular importancia. Don Lorenzo Apicella, sacerdote muy apreciado por sus paisanos, había fundado cuatro casas para sordomudos, muchachos y muchachas, que las dirigía por medio de seis sacerdotes y veinticinco seglares con hábito talar. Quería agregar esta obra suya a la obra salesiana 1. Tratóse el asunto en Capítulo en la sesión de la tarde del día 27 de diciembre. Es interesante leer en las actas la marcha de la discusión. Dice DON BOSCO: -Póngase la cuestión en principio. En este caso no parece que haga falta enviar mucho personal. Se podría escribir a don Lorenzo Apicella que venga aquí a tratar el asunto y desde aquí enviaremos alguno con él a Nápoles para que vea y se haga cargo de ello. Podríamos poco a poco organizar el asunto. DON CELESTINO DURANDO observa que, para cuatro casas, se requiere mucho personal. DON BOSCO: -Yo no propongo aceptar, sino ver si nos conviene encargarnos de la instrucción de los sordomudos. Venga don Lorenzo Apicella a tratarlo personalmente; pero, como ahora hace mucho frío, difiera su venida hasta después de Pascua. DON CELESTINO DURANDO: -Antes de que el reverendo Apicella venga a Turín es mejor que nos cercioremos de si sus compañeros están de acuerdo con hacer esta fusión. DON JUAN CAGLIERO: -Antes de discutirlo, obsérvese si las reglas nos permiten dedicarnos a la educación de los sordomudos. DON CELESTINO DURANDO: -Las reglas dicen que nuestra finalidad son los jóvenes pobres y abandonados. >>Quién más pobre que los sordomudos? DON MIGUEL RUA: -San José de Calasanz que, al fundar sus orfanatos, tenía el mismo fin que nosotros, aceptó también a los sordomudos. DON JULIO BARBERIS: -Hago observar que los Salesianos destinados a los sordomudos tendrían que dedicarse sólo a ellos y ya no se les podría destinar a otro servicio, porque se necesita instruirse muy bien para impartir una educación de esta clase. DON CELESTINO DURANDO: -Observo que haría falta instituir una inspectoría únicamente para sordomudos. DON BOSCO: -Hace tiempo se me hicieron muchas instancias para que aceptara institutos de ciegos, pero nunca quise aceptar. Me pareció una propuesta muy útil por su fin, pero no me siento suficientemente ((**It17.325**)) inclinado para dedicarme a ello. En cambio, los sordomudos son un asunto muy distinto. Desearía hacer todo lo que sé y puedo en su favor. Por eso, me dirijo al Capítulo, para que vea si es posible dedicarnos al cuidado de esta nueva clase de niños y niñas. 1 Ap. Doc. núm. 42. (**Es17.281**))
<Anterior: 17. 280><Siguiente: 17. 282>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com