((**Es17.221**)
expositora de aquella sección un gran banquete
para los expositores, previa entrega de la cuota
de veinticinco liras. Torretta se encargó de
invitar a don Bosco a suscribirse, por lo que le
escribió una carta llena de ruegos y
exhortaciones. Pero don Bosco, vistos y
considerados el pro y el contra, determinó que don
Miguel Rúa entregase las veinticinco liras y que,
dada la distancia, excusase su ausencia. Por
entonces pasaba él unos días de descanso en
Pinerolo 1.
Encontrar a don Bosco entre los expositores era
una sorpresa o una revelación para quien apenas lo
conociese; mientras que, para el que ya tenía
noticias de él, era un motivo más de admiración.
((**It17.252**)) Así,
uno que regresaba de Turín manifestó su estupor en
un periódico popular de Reggio Emilia y, por él,
sabemos que la galería de don Bosco era una de las
pocas donde se apiñaban los visitantes y se
advertían en sus caras señales evidentes de
satisfacción y maravilla 2.
Se aproximaba la clausura de la Exposición y
había que asignar los premios a los expositores.
Cada sección había nombrado su jurado y, en la
segunda quincena de septiembre, se procedió al
correspondiente examen y se constituyó el jurado
de revisión, que debía examinar las reclamaciones
contra los fallos formulados, pero que todavía no
eran definitivos. Cuando don Bosco se enteró del
fallo que le concernía, le pareció que se le
adjudicaba un premio muy inferior al merecido. De
la máquina de papel no se hacía ninguna mención,
por no ser de fabricación italiana, y se le
concedía por los productos del arte tipográfico en
general una simple medalla de plata. En realidad,
los manejos para minusvalorar la actividad
editorial de don Bosco habían comenzado con
anterioridad; en efecto, el diario oficial de la
Exposición había publicado que, en la galería de
don Bosco, no se imprimían más que <>. Se hizo
observar en seguida la falsedad de aquel juicio,
contra el que clamaba también el hecho de que allí
mismo se estaba imprimiendo precisamente Fabiola,
obra elegante, ilustrada con cien grabados. Pero
no se quiso reparar el error y el jurado premió
simplemente la Tipografía Salesiana con medalla de
plata <>.
Don Bosco salió en defensa de sus derechos,
elevando primero a la Comisión ejecutiva sus
observaciones; presentó a continuación ((**It17.253**))
1 Carta de Viglietti a don Bosco, Pinerolo, 17
de agosto de 1884.
2 Il Reggionello, 4 de octubre de 1884.
(**Es17.221**))
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