((**Es17.202**)((**It17.229**))
CAPITULO VIII
EL COLERA DE 1884
CUANDO don Bosco volvió al Oratorio, la ciudad de
Turín tenía el cólera a las puertas 1. El día
cuatro de junio se manifestó la fatal epidemia en
Tolón y a mitad de julio en Marsella; amabas
ciudades se convirtieron en doble foco. Los
Salesianos comprendieron entonces el misterioso
significado de ciertas palabras, que el Santo
escribió por Navidad a don José Ronchail, director
de la casa de Niza. <> 2. Se habían hecho
mil cábalas para adivinar a qué apuntaba el
funesto anuncio; pero, cuando comenzó a aparecer
la epidemia en Provenza, ya no hubo dudas. El día
dos de julio, estando en el refectorio, en
presencia de don Juan Bautista Lemoyne y don
Camilo de Barruel, preguntó Viglietti a don Bosco
si el cólera llegaría también a Italia y don Bosco
respondió:
-Sí, y más virulento de lo que todos piensan.
Así sucedió. El espanto favoreció la salida de
las ciudades atacadas, de suerte que las fronteras
y los puertos italianos se cubrieron muy pronto de
fugitivos. Se manifestó algún caso en Ventimiglia
y en Saluzzo. ((**It17.230**)) El
gobierno italiano aplicó rígidamente las leyes
sanitarias, encaminadas a impedir el contagio;
pero, entre julio y agosto, se dieron varios casos
en Livorno, en Río Maggiore, junto a La Spezia, y
en Pancalieri, cerca de Pinerolo. Los atacados
eran obreros, que, burlando la vigilancia, habían
vuelto a Italia. Estas localidades fueron aisladas
completamente y se reforzaron los cordones
sanitarios para cerrar el paso a la invasión; pero
ésta se extendió desde Piamonte hasta Sicilia por
las provincias donde había más repatriados. Sin
embargo, en los primeros momentos, no alcanzaron
cifras muy elevadas los casos de apestados ni las
defunciones. Por el contrario, en septiembre, las
provincias afectadas llegaban a veinticuatro y las
víctimas
1 Carta al conde Colle, Turín, 23 de agosto de
1884: <>.
2 Carta de don J. Ronchail a don Miguel Rúa,
Niza, 4 de julio de 1884.
(**Es17.202**))
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