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una carta muy fuerte al padre Beckis, General de
los Jesuitas 1. Por cuestiones canónicas, impuso
también a sus sacerdotes suspensiones sin número
y, por motivos discutibles, entabló muchas causas
ante las Congregaciones Romanas; a tal punto que,
dice don Miguel Rúa, en los procesos, haber sabido
que una vez, teniendo que ir el cardenal Oreglia
al Piamonte, su tierra natal, recibió de Pío IX el
encargo de recomendarle que tratase más
amablemente a su Clero 2.
Poníamos también entre las causas el ambiente.
Las insinuaciones apasionadas, parciales y
desgraciadamente también malignas de algunos, que
se sentaban a su mesa o ejercían cargos en la
Curia, excitaban a diario sus enconos. La señorita
Mazé, en sus declaraciones ante el tribunal, leía
de vez en cuando apuntes que había tomado, según
las circunstancias de un diario suyo personal.
Así, después de haber negado una audiencia a don
Bosco, ella había escrito: <<íCuárito se querían
en otro tiempo! >>Por qué cambió tanto mi tío
Monseñor? íAh! Quien ha realizado el triste oficio
de suscitar semejante discordia, sin duda debería
tener gran remordimiento de ello. >>Por qué, pues,
no retracta lo que afirmó y que no tiene ni sombra
de verdad?>> Y, ante los jueces, comentaba:
<>-íSon los de allá abajo!>>
Con respecto a los de la curia, baste mencionar
al abogado fiscal, definido por un Príncipe de la
Iglesia como <> 3.
No pasaremos por alto algunas probables causas,
que pueden ((**It16.97**)) aportar
algún atenuante, a la hora de enjuiciar los hechos
expuestos.
Desde su llegada a Turín, Monseñor temió quizás
que se formara la opinión de que, habiendo sido
llamado a regir la archidiócesis por obra de don
Bosco, se iba a dejar guiar por él en su gobierno.
Tal vez debió también temer que don Bosco
intentaría atraer a su naciente Congregación a
muchos jóvenes estudiantes y mucha beneficencia,
con perjuicio para los seminarios diocésanos. Por
fin, algunas imposiciones pudieron tener también
su origen en que la legislación canónica no estaba
entonces tan bien determinada en varios puntos
como lo está al presente.
El cardenal Cagliero, dado el conocimiento que
tenía de las cosas,
1 El 28 de julio de 1880.
2 Summarium super virtutibus, núm. III, & 695.
3 Carta del cardenal Nina a don Bosco, 25 de
diciembre de 1881.(**Es16.89**))
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