((**Es16.78**)
ingresado en la casa de don Bosco antes ((**It16.83**)) de
aquella edad y conocer su preparación, le exigía
Monseñor la ejecución de lo siguiente:
<>Cada uno de estos alumnos se presentará
después a examinarse, por lo menos de dos tratados
completos de teología, distintos para cada nueva
ordenación, y sobre los que se refieren a la orden
que va a recibir; es decir, para la Tonsura y las
Cuatro menores, sobre todo lo que la teología
enseña acerca de ellos, para el Subdiaconado,
cuanto se refiere a este orden y al celibato
eclesiástico, las horas canónicas y el título
eclesiástico. Para el Diaconado, cuanto pertenece
a este orden y además el sacrificio de la santa
misa>>.
El Siervo de Dios inclinó la cabeza en ademán
de resignación;
pero, la tarde del ocho de noviembre, Monseñor
rechazó la nota de ordenandos, que le presentó don
Juan Cagliero y amenazó con escribir a Roma contra
el espíritu dominante entre los Salesianos.
Esta noticia traspasó el corazón de don Bosco,
que no pudo pegar ojo durante la noche siguiente.
Por la mañana, escribió al Arzobispo. He aquí la
parte sustancial de su carta:
...Tan pronto como V. E. fue elegido Arzobispo
de Turín, en su casa me preguntó bondadosamente
como se encontraba nuestra Congregación ante las
personas constituidas en dignidad y especialmente
en el clero. Contesté que no existía choque con
ninguno; sólo dos eclesiásticos, cuyo nombre dije,
tal vez con buena intención, nos habían causado
muchas molestias y disgustos. ((**It16.84**)) V. E.
replicó al punto:
-Esté usted tranquilo, el poder de éstos es
secundario y su autoridad será frenada por la del
Arzobispo; y una de las cosas que haremos será
llevar a término la aprobación de la Congregación
Salesiana.
Las cosas marcharon de esta manera hasta abril,
cuando comencé a entrever alguna hostilidad; vino
después el concierto de la ordenación y a
continuación la negativa; luego el examen de los
ordenandos y, más adelante, la carta en la que se
prescribían diversas normas a cumplir. Se asintió
a todo sin poner reparos, si bien en ninguna otra
diócesis se pedía cosa semejante. Por último, ayer
no sé por qué razón,(**Es16.78**))
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