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El día de la partida, escribía don Bosco a don
Pablo Albera:
Queridísimo Albera:
Salimos para París, pero nos detendremos un día
en Moulins.
Recibirás cinco mil francos del señor Diuros,
de Aviñón; la mitad es para vosotros y la otra
mitad para San Isidro o St.-Cyr.
Nuestra dirección en París: Condesa de Combaud,
avenue de Messine, 34.
Seguid rezando. Los asuntos marchan bien.
Saludad y dad las gracias a amigos y bienhechores.
Dios os bendiga a todos.
Lyon, 16 de abril de 1883.
Afmo. amigo,
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. Si la recibís mañana, comunicadlo en
seguida para nuestra norma.
En Moulins tenía que parar muy poco: sin
embargo, volvió a dar noticias suyas al conde
Colle, prometiéndole que el secretario se las
daría más abundantes.
En aquellas pocas horas encontró tiempo para ir
a saludar al Obispo, monseñor de Dreux Brézé.
Presentóse en palacio, pero su modesto atuendo y
su francés tan poco elegante despertaron alguna
desconfianza en el portero, el cual le advirtió
que no era todavía la hora de recibir visitas el
Obispo, que él tenía órdenes rigurosas respecto a
las audiencias; y que, por tanto, era inútil su
insistencia para hablarle. El Obispo observaba
costumbres rígidamente aristocráticas, del todo
conformes con su alcurnia. Sin embargo, la dulzura
y humildad de don Bosco que, reiteraba su
petición, movieron al portero a intentarlo; pero
el secretario de Monseñor fue todavía más firme e
intransigente en negarse a llevar el recado;
((**It16.76**)) con
todo, al oír la descripción que le hizo el portero
del cura forastero, le dijo que lo pasara a su
despacho.
El joven secretario del Obispo quedó al punto
impresionado por el aire de santidad que infundía
su semblante; cuando luego le oyó hablar en aquel
su francés tan sencillo, se dio cuenta de que
tenía ante sí a un eclesiástico de rara bondad.
-Bueno, le dijo; me cuesta, pero voy a
preguntar a Monseñor si le quiere recibir.
Se encaminaba algo temeroso hacia el despacho
del Prelado, cuando cayó en la cuenta de que había
tenido un descuido; distraído por la impresión
recibida, no había preguntado al desconocido su
nombre y condición.(**Es16.72**))
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