((**Es16.550**)
Ruego se digne rezar mucho por este pobre
sacerdote que, con la más sincera gratitud, será
siempre
Pinerolo, Villa Episcopal, 1886.
Su humilde servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It16.666**))
44
Señorita Clara Louvet:
Me es grato saludarle por la presente y decirle
que toda la familia salesiana se halla reunida en
Valdoco. Es la fiesta de Todos los Santos y no
quiero se le olvide a usted en nuestras plegarias.
Durante esta novena, celebraremos todos los
días una misa y se harán comuniones por sus
parientes vivos y difuntos; pero, queremos rogar
por su salud y santidad de una manera muy
especial.
Oh, María, guiadnos siempre por la senda del
Paraíso.
Turín, 20 de octubre de 1886.
Su seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
45
Señorita:
Su caridad ha sido bien empleada; su billete de
mil francos nos vino muy bien para preparar la
expedición de nuestros misioneros a Patagonia y a
Brasil. Así, no sólo nuestros misioneros rezarán
por usted, sino también los salvajes, salvados por
su caridad, le alcanzarán recompensa eterna.
Todos los Salesianos y yo con ellos haremos
oraciones especiales por su salud y santidad y
también por la de su familia y el buen resultado
de sus negocios.
Adiós, señorita, y que la Santísima Virgen le
guíe en todos los peligros de la vida hasta el
Paraíso.
Le suplico ruegue por mí, siempre suyo en J. C.
Turín, 16 de noviembre del 86.
Su
atento y seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
46
Caritativa señorita Clara Louvet:
El porvenir en el mundo es bastante oscuro,
pero Dios es la luz y la Santísima Virgen es
siempre stella matutina. Confianza en Dios y en
María; no tema nada. Todo lo puedo en Aquél que me
conforta, Jesucristo.
(**Es16.550**))
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