((**Es16.540**)
21
Señorita Clara:
Usted siempre es para nosotros una verdadera
providencia. Don Miguel Rúa tenía que pagar esta
semana una deuda bastante grande y, mientras
hablábamos de cómo encontrar el dinero, he aquí
que llegó su carta certificada con dos mil
francos.
Bendito sea Dios y él recompense ampliamente su
caridad. Nosotros rezaremos mucho por usted. Tal
vez salga para Roma el quince de marzo para estar
allí todo el mes de abril. Tan pronto como hayamos
determinado algo, se lo comunicaré.
No dejaré de seguir haciendo nuestras pobres
oraciones por el abate Engrand y le ruego,
señorita, le presente mis felicitaciones y
respetuosos saludos.
Que Dios la bendiga, señorita, y la conserve
muchos años muy felices y le conceda después la
verdadera recompensa, el verdadero premio con los
ángeles del Paraíso. Así sea.
Le ruego rece también por mí, siempre suyo en
J. C.
Turín, 2-84
Su seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
22
Señorita Clara:
Usted es siempre la madre providencial para
nosotros y para nuestras obras. He tardado en
contestarle porque deseaba hacerlo yo mismo. Así
pues, todo a la vez.
He recibido la cantidad de quinientos francos,
por lo que se harán muchas oraciones según su
intención, sobre todo, en estos días de la novena
de San Francisco de Sales.
Se harán oraciones totalmente especiales y
comuniones por su amiga enferma, la señora
Margarita Mazinguem. Que la Santísima Virgen le
conceda una bendición especial, y le obtenga todas
las gracias que no se opongan a la felicidad de su
alma.
En cuanto a lo que se publica en Francia, esté
tranquila, puede hacer su viaje a Roma, donde
encontrará a don Bosco que la espera.
((**It16.655**)) Para
el tiempo de su estancia en Roma, puede enviar sus
valores a la persona a la que encarga se los
guarde ordinariamente en ocasiones semejantes.
Y, si todavía quiere estar más segura, puede
ponerlos en la banca de don Bosco, que los
custodiará, o, mejor aún, los empleará
rápidamente, de modo que los ladrones no los
puedan tocar jamás. He aquí la manera de asegurar
el dinero. Bien entendido, señorita, que lo digo
en broma.
Me pregunta cuándo estarán nuestros religiosos
en Lille. Han comenzado el lunes de esta semana y,
siempre que usted pase por esta ciudad, puede
hacer un descanso o una parada a su gusto.
Que Dios nos bendiga y nos conserve en su
gracia hasta el Paraíso. Así sea.
Turín, 26-84
Su seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es16.540**))
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