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(dad), la una y Dábitur (se os dará) la otra; al
echar fuera a la hermana Date, se había marchado
también con ella la hermana Dábitur, dejando a los
religiosos en la miseria.
Los oyentes sonrieron y sacaron la moraleja de
que, hacer bien al prójimo, es el medio para
recibir de Dios toda suerte de bendiciones. Las
cantidades recogidas por don Bosco en las dos
semanas que pasó en Marsella, valieron para
aportar al oratorio de San León un alivio
momentáneo e insuficiente. Como él reconoció,
atravesaba entonces la ciudad un período de
penuria ((**It16.52**))
económica, que no permitía la munificencia de los
tiempos normales. En atención a esta situación,
moderó algo su llamamiento a la caridad,
reservándose buscar también en otras partes la
ayuda necesaria contemporáneamente. Al mismo
tiempo, había recibido concretos y halagüeños
ofrecimientos de Lille y de Barcelona. El abate
Guiol comparaba las dos cosas y sacaba motivo para
animar a las señoras de la comisión marsellesa.
<>. En
efecto, en sus casas y entre la fluctuante
población por él reunida en ellas domina un
sensible influjo, que es irradiación de su
santidad. Los muchachos del oratorio de San León,
con su comportamiento piadoso y recogido, son una
verdadera predicación, que en muchas ocasiones ha
ganado para la casa con las solemnes ceremonias de
la parroquia las simpatías de personas que se
habían alejado de ella. La bondad de los muchachos
ha hecho que se aprecie la excelencia de la obra y
ha sido una propaganda más eficaz que todas las
explicaciones y recomendaciones>>.
En el seminario tuvo lugar un singular episodio
que demuestra la veneración que rodeaba a don
Bosco en Marsella. Un rico señor y gran bienhechor
de la casa deseaba proporcionar a su hijo
seminarista la sorpresa de una visita de don
Bosco. Don Bosco accedió a dejarse llevar allá.
Llegados al seminario pidieron ver al Rector y
les dijeron que no estaba. Pidieron entonces ver
al Vicerrector, el cual compareció, y cortésmente,
pero con cierto entono, preguntó qué querían de
él.
-Permiso para poder ver al joven Olive,
contestó el padre.
-No se puede. Los seminaristas están en clase.
1 Libro de Actas, sesión del 12 de abril de
1883.(**Es16.53**))
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