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Hace ya muchos años, había pensado contribuir
en la medida de mis escasas posibilidades al pago
de una campana para la iglesia de María
Auxiliadora con el fin de obtener de esta buena
Madre una protección especial para mi querida
familia. Hice una visita al venerado don Bosco y
anticipé una parte de la cantidad destinada a
ello, reservándome completar mi donativo para otra
ocasión.
Pasó mucho tiempo, sin que pusiera mientes en
mi compromiso. Pero, una mañana, me desperté con
el pensamiento de que ya era tiempo de cumplirlo y
era tal la insistencia de este recuerdo que, a
toda prisa, me trasladé al Oratorio. Quería oír la
santa misa y comulgar antes de subir a las
habitaciones del Venerado Sacerdote; pero no me
fue posible; tuve que obedecer al impulso del
corazón y llegar sin tardanza hasta don Bosco,
como si temiese no encontrarlo.
Estaba yo esperando mi turno porque, como
siempre, había muchas personas aguardando,
ansiosas de consejo, que habían llegado antes que
yo. Mas he aquí que, de pronto, se me acercó un
camarero que me preguntó mi nombre, ((**It16.618**))
diciéndome que don Bosco había indicado que, tan
pronto como yo llegase, me hiciera pasar antes que
los demás. Al oír su invitación, contesté que era
una equivocación, porque a mí no me esperaba.
Insistió y, al poco rato, fui admitida a la
audiencia.
Hice mi donativo, pero impresionada por una
previsión tan extraordinaria, quise informarme con
toda sencillez de corazón cómo había adivinado mis
intenciones. Me contestó sacando de un bolsillo
dos moneditas: -He aquí todo lo que tengo a mi
disposición esta mañana. Hoy, lunes, vino el
contratista para que le pagara algo a cuenta y le
dije que volviese más tarde porque esperaba su
donativo.
Fue extraordinaria mi sorpresa y grande mi
satisfacción por haber cumplido mi promesa tan a
propósito.
Turín, día 1.° de marzo de 1891
Condesa ADELA CASTELNOVO
CASTELLANI
5
Cinco cartas de don Bosco al
abogado
Fernando María Fiore
En la segunda se trata de la venta de la finca
de Troffarello. En la tercera se habla de una
sociedad anónima a constituir, para amparar la
propiedad de los inmuebles pertenecientes a la
Congregación. El abogado Pastore, del que era
cliente don Bosco, había trazado un esquema, cuyo
plan desconocemos; tenemos, en cambio, un esquema
del abogado Fiore (Archivo Orig. 1232). Lleva el
título: Esquema de Estatuto de la Asociación de
Beneficencia denominada... Consta de cuarenta y
dos artículos. El art. 3.° empieza: La asociación
se propone especialmente, y después se para. Sigue
un espacio en blanco que don Bosco mismo rellenó
así: 1.° Recoger a los muchachos que están en
peligro en lugares de ameno recreo en los días
festivos. 2.° Colocar con honrados empresarios a
los que no tienen trabajo, 3.° Organizar escuelas
nocturnas para los hijos más pobres de los
obreros. 4.° Internar a los más pobres y
abandonados en asilos a propósito para enseñarles
un arte u oficio. 5.° Cuidarse de los italianos
pobres en el extranjero. 6.° Promover la industria
y el comercio especialmente entre la clase obrera.
Los autógrafos de estas cartas están en el palacio
de Parma.
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