((**Es16.358**)
5. Al cardenal Nina
Don Francisco Dalmazzo había comunicado a don
Bosco que el Cardenal Protector pensaba ir a Turín
en septiembre. ((**It16.427**)) El
Santo, lleno de alegría, le ofreció con la más
exquisita cortesía su modesta hospitalidad en el
Oratorio. Pero aquella visita se quedó en un
piadoso deseo.
Eminencia Reverendísima:
Don Francisco Dalmazzo me ha dado una noticia
que, de ser cierta, nos daría la ocasión de
celebrar una gran fiesta: que V. E. vendrá a Turín
en septiembre; íqué satisfacción, qué música, qué
banda entre nosotros!
Puestos ya ante la realidad de las cosas,
tendría una pregunta que hacerle. >>Se dignaría V.
E. aceptar una habitación en nuestro Oratorio,
quiero decir en esta casa de Valdocco? Lo
desearían ardientemente todos sus hijos
Salesianos.
Todo lo demás se organizaría a gusto de V. E.
En estos días, V. E. se ha tomado muchas
molestias por nosotros, especialmente por don Juan
Bonetti, que le profesa la más profunda gratitud.
Al presente, se trata en la Congregación de
Propaganda el asunto de las Misiones de Patagonia,
dividida en tres Vicariatos Apostólicos. Haré
preparar una copia con toda la documentación y
después consideraré para mí un gran deber el hacer
que llegue a manos de V. E.
No sé cómo expresarle el entusiasmo, con que
fue recibido el nombramiento del cardenal Alimonda
para Arzobispo de Turín. Hará época en la historia
de esta nuestra Archidiócesis.
Volviendo al anhelado viaje de V. E. a Turín,
he de decirle que no se puede elegir mejor clima
que el de esa época. No hace frío, ni calor, hay
toda clase de frutas maduras y oportunidad para
amenos paseos, que podrán ser útiles para mejorar
su delicada salud. En fin, deseamos ardientemente
su venida entre nosotros y haremos cuanto podamos
para que le sea agradable y útil también para esta
nuestra ciudad.
Le escribiré sobre otras cosas cuanto antes.
Mientras tanto, con la más profunda gratitud,
tengo el alto honor de poderme profesar en nombre
de todos los Salesianos,
De V. E. Rvma.
Turín, 31 de julio de 1883.
Su seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
6. A
don Ludovico Tallandini
Don Ludovico Tallandini, párroco de Santa María
de la Paz, en Bagnacavallo, ciudad próxima a
Faenza, fue siempre muy amigo de don Bosco y de
los Salesianos.
((**It16.428**)) Muy
apreciado don Ludovico Tallandini:
Bendito sea Dios en todo. Verdaderamente la
Santísima Virgen es nuestro auxilio. Démosle mil
veces las gracias de todo corazón.
(**Es16.358**))
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