((**Es16.340**)
Sécolo de Milán, muy leído en Faenza, llevaba un
retrato de don Bosco y, en las cartas parisienses,
la correspondencia de que hemos hablado 1, en
torno al viaje triunfal de don Bosco por Francia.
Aquel elogio, en un diario de semejante color,
llegaba oportunamente y fue leído por la mayor
parte de los ciudadanos; pero muchísimos no
sabían, o fingían no saberlo, que los perseguidos
salesianos eran hijos de don Bosco.
Después fueron apareciendo ataques en la prensa
de la provincia. El Ravennate repetía, en tres
artículos, el grito de guerra contra nuestras
escuelas. El primero era de un corresponsal
liberal, al que, de ningún modo, agradaba el
asunto de las firmas y quería libertad para todos;
pero, puso al artículo tal encabezamiento que
ahogaba el honesto contenido del mismo, invocando
energía y, si hacía falta, también violencia
contra frailes y monjas docentes, aunque fueran
titulados; que esto era necesario, si se quería
educar a la juventud conforme al espíritu de los
nuevos tiempos; y, por tanto, había que imponer a
toda costa la enseñanza laica.
En el segundo artículo se presentaba a los
lectores el texto de la mordaz petición, que se
iba suscribiendo para enviarla al Ministerio e
inducir al Gobierno a expulsar a los Salesianos de
Faenza, allí establecidos <>. Se pasaba después a las amenazas:
<((**It16.405**)) cívico
de prevenir a las autoridades mismas desde ahora,
para que, si la indignación, que ya se manifiesta
al ver a los enemigos de la patria asumir la
educación y la instrucción de los niños, hubiese
de degenerar en desorden, la responsabilidad no
recaiga en los que únicamente desean el decoro y
la tranquilidad del país>>.
El tercer artículo quería rebatir las
afirmaciones liberales contenidas en el primero y
decía entre otras cosas: <(**Es16.340**))
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