((**Es16.337**)
SICILIA
Durante el mes de octubre, don Juan Cagliero
visitó a los Salesianos y a las Hijas de María
Auxiliadora de las casas de Sicilia y predicó los
Ejercicios Espirituales a los primeros en Randazzo
y a las hermanas en Bronte y en Máscali. Allí
tramitó también la fundación de dos nuevas
residencias para las Hijas de María Auxiliadora,
una en Trecastagni, de la diócesis de Catania, y
otra en Cesaró, de la de Patti.
Con respecto a los Salesianos, escribía el
visitador a don Miguel Rúa 1: << Vae soli (ay del
solo), dice el Espíritu Santo, y yo digo lo mismo
del Colegio de Randazzo, que necesita
absolutamente de un compañero en esta tierra
volcánica; y convendrá no pensar en otra parte,
sino en ésta, para que los hermanos tengan pronto
un inspector local, a quien poder dirigirse>>. Don
Bosco era también del mismo parecer. En efecto, al
hablar el día veintiocho de diciembre en el
Capítulo Superior sobre la petición de Agira 2, él
opinó que era mejor satisfacer la propuesta del
Arzobispo de Catania.
-Aunque falta el personal, dijo, y aun cuando
tengamos que limitarnos a una pequeña habitación,
hay que ((**It16.401**))
establecerse allí. Es necesario tener en aquella
ciudad aunque sea una sola habitación, donde
puedan hospedarse los Salesianos, que van a las
otras casas de Sicilia. Podría así fijar allí su
residencia un proveedor nuestro para no estar
siempre a merced de los agentes de comercio.
El deseo de don Bosco fue ampliamente realizado
en 1885, con el providencial oratorio de San
Felipe Neri en la calle Teatro Greco.
FLORENCIA, ESTE, ORATORIO
El bonísimo Director de Florencia no quería
suspender las obras y cargaba a don Bosco con la
cruz de sus continuas peticiones de socorros
pecuniarios, puesto que era muy poquito lo que
recibía de la ciudad. Parecía que muchos se
animarían a dar, si don Bosco se hiciese ver o al
menos escribiese. Y como él no podía ir allí,
envió unas veinte cartas a determinadas familias
para recomendar la obra a su caridad; pero sólo
dos contestaron enseguida con el envío de cien
liras. Por eso, durante su viaje por Francia envió
a Florencia parte de las limosnas que iba
recibiendo. En efecto, el día nueve de abril envió
tres mil liras desde Valence; desde París envió
seis mil el día diez de mayo y tres mil quinientas
el día catorce; y desde Dijon, tres mil. En
1 Randazzo, día 24 de octubre de 1883.
2 Véase vol. XV, pág. 265.
(**Es16.337**))
<Anterior: 16. 336><Siguiente: 16. 338>