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una nueva campaña, lanzando contra las tribus
independientes a los indios ya sometidos y
enrolados en el ejército argentino. En los meses
de diciembre, enero y febrero cayeron prisioneros
de los soldados más de dos mil personas entre
hombres, mujeres y niños: unos quedaron
prisioneros a la fuerza, y otros se rindieron
espontáneamente. Hubo un centenar de muertos en
los asaltos. Esta agitación imposibilitaba a los
misioneros avanzar hacia las tierras batidas por
las tropas y resultaba dificilísima su labor en
favor de los prisioneros. Intentaban, desde luego,
catequizarlos, mas, por desgracia, había que
luchar también <> 1. Semejantes
noticias eran las más dolorosas que don Bosco
pudiera recibir.
Pero el auxilio vino de donde menos se podía
esperar. Namuncurá se vio reducido a la
impotencia, quiso poner fin a los sufrimientos de
los suyos y decidió entablar negociaciones de paz.
Envió, una delegación compuesta por doce jefes,
que se presentaron en Fortín Roca, pidiendo
parlamentar con las autoridades militares. Pero no
habiendo inspirado confianza, volvieron
desalentados a su jefe. El gran cacique que, a
pesar de su condición de rudo indígena, era un
hombre sensato y no quería tener por más tiempo a
sus fieles en condiciones de vida tan duras y
peligrosas, concibió la idea de invocar la
mediación de los misioneros.
Por suerte, llegó a Fortín Roca <> 2. ((**It16.372**)) Don
Domingo Milanesio, fue el mensajero de la
Providencia. En el momento de su llegada a Roca,
presentósele un grupo de indios a caballo,
escoltando a uno de los suyos que parecía el de
más autoridad. Este se adelantó, pidió al
misionero que se detuviera y lo escuchara.
-De muy buena gana, le contestó don Domingo
Milanesio. >>De dónde sois y a dónde vais?
-Somos de la tribu de Namuncurá, nuestro
cacique. El se encuentra ahora en los Andes, donde
se refugió con las familias que le fueron fieles.
Ha determinado hacer la paz con el gobierno
argentino y, por eso, nos ha enviado a tratar
amistosamente con la autoridades militares para
concertar la paz. Esta es la firme voluntad de
nuestro jefe. Como no podemos tratar con el
Gobierno, te rogamos hagas tú
1 Carta de don José Fagnano a don Bosco,
Patagonia, 1.§ de enero y 10 de marzo de 1883.
2 ROBERTO J. TAVELLA, Las Misiones Salesianas
de la Pampa. Talleres Gráficos Argentinos, Rosso y
Cía., 1924, pág. 189.
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